Políticos a pelotazos
El Racing padece los enfrentamientos entre Hormaechea y el PP
El Racing amenaza al Barcelona con quitarle uno de sus títulos más enraizados. El conjunto cántabro ya es más que un club. Se ha convertido en una taberna política en la que dirimen sus diferencias el Ayuntamiento de Santander (Manuel Huerta, PP) y el Gobierno regional (Juan Hormaechea, Upca). Entre las dos instituciones tienen suscrito más del 92% del capital del club. Cinco representantes políticos del PP y otros tantos de Unión para el Progreso de Cantabria (Upca) -una escisión de los populares- copan el Consejo de Administración. Populares y progresistas, políticamente enfrentados, fichan y despiden técnicos o jugadores, y se reparten más de 600 invitaciones por partido. El presidente, Francisco de la Mora, un cántabro residente en Madrid y amigo personal del alcalde, navega entre dos aguas.Cantabria padece los enfrentamientos entre Upca, que gobierna en la Diputación por medio de Juan Hormaechea, y el PP, que rige en el Ayuntamiento con Manuel Huerta y se opone al presidente en la Asamblea regional. En el Racing ocurre otro tanto. Como botón de muestra, hace un año el Ayuntamiento se decantó por Javier Irureta como técnico. Al término de la pasada Liga, tras el fichaje de Irureta por el Athletic de Bilbao, el Gobierno regional. tomó las riendas y apostó por Vicente Miera. Días antes Huerta había anunciado en una emisora nacional su intención de contratar a Víctor Espárrago. Como consecuencia del intervencionismo de los consejeros de Hormaechea, el Ayuntamiento ha arrojado la toalla y ha puesto a la venta sus 136.347 acciones (a 1.000 pesetas cada una). Huerta asegura ahora que "los políticos no tienen por qué participar en el Racing". "Si los santanderinos quieren que el Racing no desaparezca, que compren las.acciones", apostilla.
Antes de dejar el camino libre al Gobierno regional, e municipio fue el principal brazo ejecutor del club. Huerta gestó en su despacho el fichaje de Quique Setién -cinco años de contrato, tres como jugador y dos como técnico- e impulsó la, cesión de David Billabona con el Athletic de Bilbao.
"Si no fuera alcalde de Santander hubiese sido presidente del Racing". Huerta, ex jugador del Rayo Cantabria -filial del Racing-, es un hincha apasionado. Socio del Real Madrid desde hace años y seguidor habitual en los desplazamientos nacionales e internacionales, el año pasado recibió la lnsignia de oro y brillantes de la casa blanca. Bajo su directorio, el Real Madrid se encargó de inaugurar cada año la temporada de El Sardinero. En 1993 cobró 30,6 millones de pesetas por su amistoso estival.
Entre las aficiones de Juan Hormaechea nunca ha figurado el deporte. Apenas se le recuerdan un par de comparecencias en el palco del nuevo Sardinero. Pero en julio de 1993, durante la moción de censura que le presentó sin éxito el PSOE, se comprometió a ayudar al club: "Prefiero que el Racing esté en manos de la sociedad que en manos de liosos".
Hasta el momento han salido más de mil millones de las arcas públicas con destino al Racing. Una cifra importante en una comunidad autónoma con una deuda que a principios de año rondaba los 90.000 millones de pesetas. El equipo perdió 171,8 millones en la temporada 92-93 y, a pesar de su octavo puesto, 69 millones en la 1993-1994. Este tiene 994.245.000 pesetas de presupuesto y 9.300 abonados.
La política también ha afectado a la taquilla. Los directivos reconocen que entre 3.000 y 4.000 espectadores acceden al campo gratuitamente. Al margen de las invitaciones a colegios, cada institución dispone de unos 300 pases. Algunos particulares han revendido sus invitaciones en la misma puerta del estadio. Los consejeros quieren rebajar el número de colados ... quitando las dos invitaciones que se entregan a los jugadores.
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