El Atlético, entre el riesgo y la falta de atención
La zona que trata de imponer Pacho Maturana es un sistema que requiere un fino ajuste
La zona de Maturana es un sistema de riesgo. Un sólo error en su ejecución, un simple despiste, tiene aspecto de sentencia: el rival se queda solo frente al portero, con espacio y tiempo para pensar la mejor solución. La nueva tarea del Atlético obliga a sus jugadores a comportarse con una rigurosa coordinación y sobre todo, a seguir con máxima atención cada lance.Los rojiblancos han pagado caro las lagunas de sus futbolistas a la hora de poner en práctica las órdenes de su técnico. Las dos derrotas ligueras del Atlético, ante el Valencia en casa (2-4) y ante el Tenerife fuera (1-0), nacieron por sendos errores a la hora de tirar los fueras de juego.
El encuentro del sábado no le causó excesivos problemas defensivos al Atlético. En parte, por los aciertos propios y, en parte, por las precauciones con las que se mueve el nuevo Tenerife. Ni siquiera necesitó abusar de los fueras de juego. Tiró seis a lo largo del partido: acertó en tres ocasiones, pero falló en otras tres. Y los errores, por el riesgo que asume el sistema de Maturana, provocaron tres ocasiones clarísimas: el gol de Pizzi, otro tiro del argentino que paró Abel y un remate fuera de Juanele.
Maturana quiere una defensa adelantada, que aguante fija hasta el pase del rival y que, en cuanto se ejecute el envío, se repliegue con rapidez. Este último detalle no se cumplió ayer en las dos acciones de Pizzi, el gol incluido. Y supuso otra derrota.
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