Novillada chica, sin cara y descastada

Color local a todo pasto. En ganadería y toreros. Con menos enjundia que la obra de Truman Capote que lleva el mismo título. Mucho menos. Aquí el color tiró al de la panza de los burros, o sea, gris. Y en cuanto a novillos, negro a todo meter. ¡Vaya novilladita de Albayda! Seis soplapitos, siete contando con el sobrero, chicos, sin cara, descastados, sin estilo y sin vergüenza.Claro, que como en todo hay clases, salió el cuarto y puso el no va más en cuanto a mansedumbre se refiere. Con decir que incluso en Salamanca se sacó el pañuelo rojo, está todo dicho. Hizo todo cuanto un manso puede hacer, hasta hacerse caca en público, además de lamerse los morros, darse paseos, huir, pegar coces, mugir, brincar como una cabra loca. Con ese regalo estuvo muy entregado Pepe Luis Gallego, y es lástima que con la espada anduviera mal porque podía haber cortado una oreja.

Era incómodo estar ahí, y estuvo con dignidad y mandando. Como su peón, Javier Gil, que bregó eficaz y valiente. Esto y los dos pares de Domingo Siro en el sexto, el segundo de ellos a cambio de un escalofriante volteretón, fue lo único salvable de una tarde laiguísima, aburridísima y mansísima.

Gallego en su primero, destemplado, muleteó con irregularidad. Clemares estuvo acelerado con su primero que tendía a quedarse debajo de la muleta y voluntarioso con su segundo, un morucho indecente. Su actuación quedó más bien insípida. Álvaro de la Calle está muy verde para estos embarques y confundió la decisión que le aconsejan sus adláteres, con la prudencia que es menester usar antes de decidir una vuelta al ruedo. Aunque lo digan, no es Castilla tan ancha. Toreó hacia afuera y le faito sosiego y colocación.

Cuatro orejas en San Martín

Cuatro orejas se cortaron en la corrida de ayer en San Martín de Valdeiglesias (Madrid), informa Efe. Se lidiaron. toros de Salustiano Galache. Rafael de la Viña, dos orejas y silencio. Miguel Rodríguez, oreja y ovación. Mariano Jiménez, pitos y oreja.Barcelona. Toros del marqués de Albaserrada, bien presentados y de buen juego. El mayoral dio vuelta al ruedo. Alejandro Silveti, aplaudido en los tres que mató. César Pérez, oreja en cada toro. Juan José Trujillo, silencio. Sufrió lesiones de pronóstico menos grave.