40 bomberos vigilan las cenizas del mayor incendio del año

El mayor incendio declarado en lo que va de año en la región, que se inició el pasado miércoles en el límite entre Cadalso de los Vidrios (2.141 habitantes) y Almorox (Toledo), está dormido pero todavía no ha tirado la toalla. El humo de los rescoldos sustituye desde el jueves a las llamas en las 400 hectáreas de terreno afectadas y el incendio está técnicamente controlado. Pero los bomberos de la Comunidad mantuvieron ayer la alerta ante la posibilidad de que el viento pudiera reavivar las cenizas."Todavía hay que rematar el incendio", explicó ayer Clara Navío, de Protección Ciudadana de la Comunidad. Tres helicópteros, ocho vehículos de extinción de incendios y más de 40 bomberos trabajaron ayer y toda esta noche para apagar los tocones de pino transformados en brasas, acotar la zona mediante cortafuegos y refrescar las cenizas con descargas de agua.

Jorge Murtra, director de Protección Ciudadana, manifestó sus sospechas de que los últimos incendios en la región se deben a un pirómano: "No se trata de un loco, es un criminal que selecciona sus ataques".Por otra parte, la Sociedad Ornitológica Española (SEO) denunció ayer que la región afectada, una ZEPA (Zona de Especial Protección de las Aves), coincide sospechosamente con una superficie para la que existe planes masivos de explotaciones de granito, denunciados por SEO en 1993. También aseguraron que en esta ZEPA habitan 14 parejas de águilas imperiales, cuya población mundial es sólo de 130 parejas, y que dos de ellas criaban en los pinares abrasados.