González confía en Kohl para enmendar la visión de Europa de la CDU alemana

Felipe González ha viajado a Paraguay llevando entre sus papeles la versión francesa del documento de la CDU (democristianos alemanes). Reflexiones sobre una política europea, donde el partido del canciller Helmut Kohl expuso el jueves pasado una visión de Europa a varias velocidades. González confía en Kohl para que consiga enmendar la visión de Europa que tienen los parlamentarios de su partido.

Según el documento de los democristianos alemanes, en el pelotón de cabeza de la construcción europea figurarían cinco países -Alemania, Francia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo-, pero no España ni el Reino Unido e Italia.Entre los asesores del presidente del Gobierno español se cree que: no hay motivo alguno para rasgarse las vestiduras, como lo han hecho en otras capitales supuestamente marginadas por la CDU, y menos en el caso de España.

El documento ha sido elaborado por el partido, no por el Gobierno alemán, se recuerda. Cuando se trate de definir la posición de Bonn ante la conferencia intergubernamental de 1996, ya se encargará Kohl, viejo amigo de González , de en mendar'e1 texto para otorgar un papel más relevante a España en la integración europea.

Después de haberse tranquilizado, los colaboradores de González pasan a analizar más de cerca el documento alemán. El principio es inaceptable, aseguran, porque supone un intento por parte de Alemania, acaso en coordinación con Francia, de imponer ritmos diferenciados para la construcción europea.

Si tal decisión se adoptase debería ser producto de un acuerdo alcanzado entre los Estados miembros en 1996, el año en que deberá ser revisado el Tratado de Maastricht. España presidirá, además, el grupo encargado de preparar la conferencia de 1996.

En el entorno del presidente español se reconoce, no obstante, que cuantos más países haya en la Unión Europea (UE) -en enero el número de miembros debería aumentar a 16 y los del Este llaman insistentemente a la puerta- más difícil resultará que todos avancen a la misma velocidad. Entonces podría ponerse en práctica ese esquema de Europa a ritmos diferentes de integración.

A la hora de decidir quién forma parte de la avanzadilla y quién se queda rezagado se deberá tener en cuenta, sin embargo, no sólo los resultados macroeconómicos del Estado miembro, sino su fidelidad a los principios de la integración. España es de los más leales y espera, por tanto, librarse así de estar en el pelotón de cola de la construcción europea.

Plan poco oportuno

El secretario de Estado español para las Comunidades, Carlos Westendorp, calificó ayer en Berlín de poco oportunas las, propuestas alemanas, informa Efe. "No es un prodigio de oportunidad, puesto que falta la ratificación para el ingreso en la UE de los cuatro nuevos socios [Finlandia, Suecia, Noruega y Austria]".

Westendorp, que se encuentra en Berlín con motivo de la conferencia europea de cooperación con África del Sur, clausurada ayer, se mostró inclinado, sin embargo, a no considerar las respuestas como un reflejo de la postura oficial del Gobierno alemán, "que nunca nos ha dicho que ésta sea su posición [la de la CDU]". "Europa sólo puede funcionar con el acomodo de los intereses de todos, sin que se creen clases ni castas entre los diferentes países", añadió Westendorp.

Para el comisario europeo Manuel Marín, las propuestas alemanas constituyen "los primeros movimientos tácticos" con vistas a la conferencia intergubernamental de 1996.

La oposición española ha reaccionado también a la propuesta de los democristianos alemanes. El Partido Popular (PP) restó ayer importancia al plan, aunque acusa al Gobierno de ser "incapaz" de situar a España en el grupo de cabeza de la UE, informa Europa Press. No obstante, el portavoz del PP en política exterior, Javier Rupérez, dijo que la propuesta fue redactada por el grupo parlamentario democristiano alemán "para animar el debate", pero no ha sido respaldada siquiera por la dirección de la CDU.

A pesar de ello, Rupérez recalcó que los populares de José María Aznar no apoyan la Europa de las dos velocidades, ya que lo más conveniente es que "todos los europeos participen en iguales condiciones". La misma agencia, citando fuentes oficiales, afirma que Felipe González no tiene en su agenda viajar este mes a Bonn, como informaba ayer este periódico, aunque no se descarta totalmente.

Izquierda Unida (IU), por su parte, ha pedido la comparecencia de Felipe González en el Congreso para explicar la posición española ante el plan de los democristianos alemanes.