Londres y Dublín presionan a los 'uItras' protestantes para que depongan las armas

La presión política sobre los grupos paramilitares protestantes para que abandonen las armas es cada vez mayor en el Reino Unido y en Dublín. Dick Spring, ministro de Exteriores de Irlanda insistió ayer en Belfast, donde se entrevistó con Patrick Mayhew, ministro británico para Irlanda del Norte, en la urgente necesidad de que los paramilitares protestantes depongan las armas y se sumen al proceso de paz.

Pese al optimismo expresado por Spring en el primer contacto bilateral mantenido por ambos gobiernos en torno al proceso de paz desde la tregua unilateral del IRA (Ejército Republicano Irlandés), la explosión de un coche bomba, el domingo por la noche, frente a la sede del Sinn Fein en el oeste de Belfast, ha reavivado las dudas sobre la disposición de los grupos terroristas protestantes de cara al proceso de paz.El atentado no causó víctimas, pero ha sembrado la inquietud en la comunidad católica, ya que el coche, cargado de explosivos, fue colocado en una zona -dentro del guetto católico de Belfast- considerada como segura, donde unas horas antes, el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, había pronunciado un largo discurso ante unas 1.000 personas.

Según la policía del Ulster, hace casi dos décadas que no se registraba la explosión de un coche bomba en el Ulster. El grupo que se ha responsabilizado del atentado, la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF), era, en teoría, el más moderado de los dos grupos paramilitares protestantes -estrechamente conectados-, y el más dispuesto a renunciar a las armas.

Aún así, ayer, Chris Hudson, un sindicalista irlandés presuntamente intermediario en la negociación con los extremistas protestantes que mantiene el Gobierno de Dublín, expresó un "cauteloso optimismo", en torno a una posible tregua por parte de los otros protagonistas de la violencia sectaria que ha ensangrentado Irlanda del Norte en los últimos 25 años.

Tratos secretos

Pese a la firmeza con que se han expresado diversos portavoces del Sinn Fein en el sentido de que los ataques terrorista! no torcerán el camino de la paz, los atentados de los paramilitares protestantes constituyen una serie amenaza para la estabilidad del frágil proceso.Según Hudson, la clave para que tanto la Fuerza de Voluntarios del Ulster, como los Luchadores por la Libertad del Ulster, se decidan a abandonar el camino de la violencia, está en la capacidad del Gobierno británico para persuadirles de que efectivamente no ha habido tratos secretos con el IRA.

Sin embargo, fuentes próximas a los dos grupos paramilitares protestantes, citadas ayer por la prensa británica, insisten en que los unionistas no renunciarán a la violencia si Londres no garantiza que Irlanda del Norte seguirá siendo una provincia británica.

Además, hacen hincapié en la necesidad de que la tregua anunciada por el IRA sea permanente, una exigencia en la que coinciden con Downing Street, que ha exigido al Sinn Fein que disipe las dudas al respecto.