Dos violentas explosiones destruyen el restaurante chino Tiananmen
El restaurante chino Tiananmen fue borrado anoche del mapa. Un violento estampido en el número 105 de la calle Doctor Esquerdo despertó a la 1.35 de la pasada madrugada a centenares de vecinos del distrito madrileño de Retiro. Unos 15 minutos después, tras una segunda deflagración, las llamas, de más de seis metros de altura, arrasaron el establecimiento, uno de los más conocidos de comida oriental de la capital. Dos personas fueron hospitalizadas. Una de ellas, Wang Xian-Pi, copropietario del restaurante, fue trasladado en ambulancia con graves quemaduras. A las tres y media de la madrugada, la investigación no había obtenido datos concluyentes sobre las causas, aunque fuentes policiales expresaron su sospecha de que se trataba de un atentado con bomba.Las fuerzas de seguridad consideran la posibilidad de que la primera explosión habiera sido provocada, efectivamente, por un artefacto, mientras que la segunda se atribuía al estallido de las bombonas de gas de la cocina.
La hipótesis de un atentado, supuestamente ordenado por la mafia china, se vio reforzada por varios testimonios recogidos en la zona poco después de las explosiones. Un vigilante de la zona relató que había escuchado disparos tras la primera explosión. Un testigo afirmó que él había oído al menos cuatro detonaciones producidas, por arma de fuego.
Varios testimonios refuerzan la sospecha de un atentado
Otro de los testigos del siniestro fue incluso más precisó y aseguró haber oído la siguiente frase: "Esto, por hijos de puta". Una persona manifestó que había visto salir corriendo del restaurante chino a un hombre de rasgos orientales sólo unos instantes antes de que se produjera el primer estallido en el interior del local.
Uno de los propietarios del Tiananmen, Wang Xian-Pi, de 40 años, que sufrió graves quemaduras, tuvo que ser internado en la unidad de quemados del hospital de La Paz. Su esposa se desplazó inmediatamente al lugar de los hechos y manifestó que su marido se encontraba cerrando el local cuando se produjo la primera explosión.
Los bomberos intervinieron con más de una docena de vehículos y tardaron una hora en apagar las llamas. Todo el edificio fue registrado en busca de más heridos. Una anciana de 83 años, que vivía en las proximidades del restaurante, cerca del hospital Gregrorio Marañón, fue internada en este centro sanitario, que no informó sobre su estado.
El edificio tuvo que ser evacuado, ante el riesgo de que se produjeran nuevas explosiones, y sus 200 ocupantes esperaban con ansiedad las indicaciones de las fuerzas de seguridad y de los bomberos. Técnicos de la empresa Gas Natural se dirigieron al lugar para realizar una inspección.
La noticia de lo ocurrido fue rápidamente difundida entre la colonia china, y decenas de ciudadanos de esta nacionalidad se concentraron en las inmediaciones. La policía municipal cerró el tráfico en las calles de alrededor.
A las tres y media de la madrugada, un equipo de bomberos con tres motobombas permanecía en el lugar removiendo los escombros para evitar que el fuego se reavivara. Para entonces ya hacía tiempo que habían comprobado que ninguna persona estaba atrapada en el local destruido.
Incidente mafioso
El restaurante Tiananmen fue escenario de un asesinato el 10 de mayo del año pasado, en un caso que fue relacionado por la policía con las mafias chinas dedicadas a la extorsión de dueños de restaurantes. Ese día, un grupo de siete chinos que acababa de cenar y pretendía abandonar el local sin abonar la cuenta se enfrentó a golpes con el dueño del local y varios de sus empleados. Uno de los clientes intentó mediar para impedir que el altercado fuera a más y recibió una puñalada en el tórax y otra en el cuello. Como consecuencia de la agresión, falleció en el hospital Gregorio Marañón, adonde fue conducido.
Poco después del crimen, Antonio Su, hermano de uno de los propietarios del restaurante, declaró que los siete individuos que provocaron el incidente habían intentado extorsionarles seis meses antes.
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