Las sombras desenfocadas del atentado de Marraquech
Pequeños delincuentes con potente armamento que nunca reivindican su acción: el perfil de los mercenarios es la única sombra que se proyecta con nitidez sobre una pantalla. Diez días después del ataque al hotel de Marraquech, las otras imágenes continúan desenfocadas sin que, aún y quizá jamás, se conozca quién estaba, y continúa estando, detrás del lienzo. Los únicos datos irrefutables eran que dos turistas españoles fueron asesinados el pasado 24 de agosto por tres encapuchados que también se llevaron 140.000 pesetas.Después se descubrió que los presuntos asesinos eran pequeños delincuentes con antecedentes penales, que bajo su nacionalidad francesa se ocultaba un origen magrebí y que residían en su país de adopción.
Ya en el plano de la multiplicidad de hipótesis, también ciertas versiones incluyen además una complicidad francesa en la operación. Francia estaba preocupada por la aparente permisividad marroquí con los activistas islámicos que mantienen en permanente jaque sangriento al régimen argelino, y así al parecer se lo había comunicado a su aliado de Rabat.
Esta preocupación conduce, también en el plano de las meras interpretaciones, al destino último del armamento incautado, que se encontraba quizá únicamente de paso por un país donde no hay activo ningún movimiento armado.
Conforme pasa el tiempo, los datos aumentan, las declaraciones públicas y privadas también, y pronto se darán a conocer investigaciones e informes que serán calificados de definitorios.
También así al menos ocurrió en los casos de los asesinatos del presidente norteamericano John F. Kennedy, el argelino Mohamed Budiaf y el candidato del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México en las últimas elecciones presidenciales mexicanas, Luis Donaldo Colosio.
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