Una menor escapa de una supuesta red de prostitución que la raptó en Portugal

VIENE DE LA PÁGINA 1En el sótano de la plaza del Ángel la adolescente sufrió una semana de encierro. Joao Manuel y una mujer se erigieron en sus guardianes, según la Jefatura Superior de Policía.

Atrapada en aquel cubículo de 50 metros, sin apenas luz, la joven maquinó su fuga. La madrugada del 25, mientras el hombre se duchaba, aprovechó su oportunidad. Tras escapar, deambuló por las calles hasta dar, de madrugada, con el Consulado de Portugal.

La comunicación de la denuncia por parte de la oficina diplomática puso en marcha la maquinaria policial. Ese mismo día fue detenido Joao Manuel Da Silva en el sótano de la plaza del Ángel. El hombre carece de antecedentes.

Algunos vecinos murmuraban ayer sobre su arresto. Entre dientes comentaban que Joao y su amiga eran meras marionetas de un "tipo elegante y con buenos coches", alguien que, sin embargo, "nunca pagaba las facturas del sótano".

Cuatro días más tarde fue arrestado en Leganés el angoleño Alfredo Manuel Joaquín Martins, el hombre que con Joao trajo a las muchachas desde Oporto en coche. Su historial luce antecedentes por apropiación indebida, amenazas y robo con fuerza. Las grúas se llevaron su Mercedes y su BMW. Pese a su aparente opulencia, vivía en un piso compartido.

Finalmente, el martes, la policía entraba en el club Rosemary y apresaba a Jorge Sousa. Para entonces, la compañera de M. ya había conseguido escapar por su cuenta y se encontraba en Portugal. Sousa seguía ayer en manos de la policía, informa Juan Manuel Martínez.

En la güisquería se interrogó a una camarera portuguesa, que negó ser prostituta -"yo pongo copas y cobro un 15% de la consumición"-, rechazó haber sido traída a la fuerza y, acto seguido, se despidió del lugar. '.'Regreso a Portugal", explicó a los agentes de la Policía Judicial.

La detención de Alfredo Manuel se produjo sin que los vecinos se enteraran de nada. Sus compañeros de piso le defendían ayer, decían que los dos coches estaban viejos y habían sido comprados con el dinero que ganaba trabajando.

El hombre está casado y no tiene hijos. Su mujer, que convivía con él, le abandonó tras ser detenido y aún no ha regresado. Tres de los jóvenes que convivían con Alfredo Manuel están preparando el traslado a otra vivienda alquilada en Leganés.

Los investigadores sostienen que los cuatro detenidos formaban parte de una red de trata de blancas. Este grupo, siempre según la versión facilitada ayer por la policía, se habría especializado en introducir en España portuguesas, que luego serían distribuidas por los clubes de carretera, como el Rosemary. Los teléfonos móviles, los pisos y los vehículos intervenidos constituían, a tenor de esta hipótesis, su infraestructura.