No me dejan donar unos juguetes

Mucha modernización, mucha Administración al servicio del público, pero poca eficacia y todavía menor eficiencia.Mi experiencia comienza en el servicio telefónico de información municipal: el 0 10. Dentro de escasos meses voy a casarme y sólo pretendo donar algunos de los muchos juguetes y muñecos que durante años he guardado y que, ahora, por falta de espacio, no puedo seguir atesorando. La señorita del citado teléfono me remite muy amablemente al teléfono de la Dirección General de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma.

Marco el 580 48 30 y ¡sorpresa! es la Oficina de Pensiones no Contributivas.

Lógicamente no pueden solucionar mi pretensión, por lo que me remiten al 580 36 15, se supone el Servicio de Asuntos Sociales. Vamos a la segunda sorpresa: aquí tampoco pueden decirme nada y me dan un tercer teléfono, aunque esta vez con un nombre. Es el 580 37 09 y me atenderá la señorita Esperanza.

Con tono amable y cordial me pregunta qué tipo de juguetes quiero donar, si son nuevos o usados y si soy particular o institución. Tras hacerme esperar unos segundos, oigo que habla con una tal Marisa para "informarse" sobre donaciones particulares.

Finalmente, parece que todo va a solucionarse: "Salvo en campañas oficiales de Navidad, Reyes o similares, la Comunidad Autónoma no acepta juguetes. Debe llamar al 010 y preguntar por alguna de las vicarías que Cáritas tiene en Madrid".

De verdad, mi novio y yo sólo pretendemos hacer felices a unos niños carentes de hogar y del cariño de una familia.

Al parecer, la Administración considera que esos niños sólo tienen derecho a ser felices cuando el calendario oficial lo marca.

¡Y pensar en lo feliz que yo era en mi infancia cuando alguien me hacía un regalo sin un motivo aparente y fuera de los días de cumpleaños o Reyes!