El general Abacha refuerza su poder en Nigeria y nombra nuevos jefes del Ejército

El jefe del Gobierno militar nigeriano, el general Sani Abacha, que la semana pasada descabezó a los sindicatos petroleros que mantienen una huelga en favor de la democracia, reafirmó ayer su autoridad sobre el país nombrando nuevos jefes del Ejército y de la Armada.Fuentes oficiales en Lagos aseguraron ayer que el próximo paso será reformar su Gabinete y restaurar el orden. La huelga desencadenada por los principales sindicatos de trabajadores del petróleo pretende que Moshood Abiola, virtual ganador de las elecciones del año pasado, invalidadas por Abacha, sea puesto en libertad y elevado a la presidencia del país.

Moshood Abiola fue encarcelado por los militares el pasado mes de junio acusado de "alta traición" tras haberse autoproclamado presidente y jefe de las Fuerzas Armadas.

El nombramiento del brigadier general Alwali Kazir, un comandante regional, como nuevo jefe del Ejército, y del comodoro Mike Akhigbe, un oficial de señales, como nuevo jefe de la Armada, causaron sorpresa en Nigeria, un país que ha conocido desde que se independizara del Reino Unido, en 1960, 24 años de regímenes militares.

Después de semanas de manifestaciones y protestas de los sindicatos del país, que han paralizado casi por completo la economía nacional, las medidas tomadas ayer por Abacha indican "que el jefe del Estado está subrayando su propia autoridad en el seno del Gobierno y pretende volver a la situación anterior", señala una fuente gubernamental.

A pesar de las directrices del régimen militar, los sindicatos mantienen su huelga. "El anuncio de que la mayoría de nuestros trabajadores habían vuelto a la labor es un infundio", declaró ayer el defenestrado presidente del sindicato de técnicos de la industria petrolífera, Bola Owodunni. La huelga convocada por el sindicato de Owodunni y por la Unión Nacional de los Trabajadores del Petróleo y del Gas Natural (Nupeng), entró el pasado lunes en su séptima semana.

Lejos de menguar, el movimiento huelguístico en favor de la restauración de la democracia en el país más poblado de África, con más de 115 millones de habitantes, se extiende a otros sectores. Trabajadores de la banca y profesores de Universidad han decidido entre otros mantener su oposición al régimen hasta que no sea reconocida la victoria electoral de Abiola.