_
_
_
_
_
Entrevista:

"El maratón de Madrid es demasiado duro"

De los tres fue el tercero en llegar, pero se le recibió como a un triunfador. De él dependía hacer historia. Tres españoles en el podio del maratón, hecho inédito en los 98 años que esta carrera se lleva disputando, y uno de ellos, Alberto Juzdado (el sábado cumple 28 años), nacido y residente en Boadilla del Monte, "pueblo, pueblo", recalca.Pregunta. Nada como ser de pueblo para ser campeón, ¿verdad?

Respuesta. Nada como vivir con tranquilidad, sin los inconvenientes de la gran ciudad. El pueblo te proporciona sosiego y te estira el tiempo. Puedes entrenarte, trabajar, leer, ver la televisión...

P. Al trabajo, por supuesto, va andando.

R. Antes sí. La empresa de escayola donde trabajo está a un kilómetro de mi casa, y te vas haciendo cómodo. Tienes coche, y si puedes tardar un minuto, mejor que diez.

P. ¿Correr, cuándo y dónde?

R. Antes o después del trabajo. Generalmente, por los caminos que van al monte desde el pueblo. A veces, también en la Casa de Campo, que es un lujo que tiene Madrid, y por la sierra, entre Navacerrada y Cotos. Incluso llego hasta Valdesquí para hacer 30 kilómetros. No todas las ciudades tienen tantos parajes para correr como Madrid; perdiéndote por los caminos se acaban encontrando estupendos lugares donde entrenarse.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

P. ¿Al hablar de tantas maravillas naturales no se referirá al casco urbano?

R. No, por supuesto, digo los alrededores. Madrid, ciudad, acaba agobiando. Sólo el aire que se respira ahoga. Cuando tengo que ir a la ciudad pongo la radio para ver cómo está el tráfico de entrada y quedo espantado. Se tarda más de una hora en llegar, más que cuando voy corriendo hasta la Casa de Campo, y eso que no voy en línea recta.

P. ¿Cómo le dio por correr, porque Madrid no es precisamente cuna de buenos corredores?

R. Por las fiestas de Boadilla y los pueblos de alrededor. Se organizaban carreras populares y yo las ganaba todas. Lo de ganar un trofeo en cada una de ellas me hacía ilusión hasta que mi actual entrenador me vio y me propuso hacer atletismo en serio.

P. Pero no por ello ha dejado de trabajar.

R. No, porque hasta ahora no he ganado apenas dinero con el atletismo. Ahora parece que me garantizarán una cierta cantidad con la que podría vivir [4,2 millones al año], pero sólo hasta 1996, cuando se celebren los Juegos Olímpicos. Es demasiado riesgo dejar un puesto fijo de trabajo por dos años de dedicación plena al deporte. Pero yo creo que, tal y como tengo planteada mi vida, puedo hacer compatible trabajo y entrenamientos.

P. ¿Su próximo maratón será el de Madrid?

R. Es demasiado duro. No creo. Nunca he corrido en Madrid, pero lo haré algún año. Ahora tengo que aprovechar para conseguir grandes marcas, y los recorridos de Boston o Londres son más propicios para ello. El año que viene hay Mundiales y hay que estar en forma.

P. ¿Quiere decir que piensa ganar a los africanos o a los japoneses?

R. ¿Por qué no? Las marcas que hicimos en los Europeos valen para ganar a cualquiera. En ese sentido sí que soy ambicioso.

P. Pues en Helsinki demostró gran timidez al renunciar a asistir a la fiesta en la que estaban los mejores atletas de los campeonatos.

R. Es que era una fiesta para las estrellas. Nosotros somos atletas-obreros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_