Suspenden el traslado de otros dos enfermos del Eloy Gonzalo por oposición familiar
Ninguno de los 55 enfermos crónicos o terminales internados en el hospital madrileño Eloy Gonzalo, en Chamberí, ha sido trasladado, de momento, a otros centros. Ayer estaba prevista la salida de las dos primeras pacientes de este recinto que el Insalud quiere cerrar por su envejecimiento. Pero ambas siguieron en sus camas. Una por problemas de salud y la otra por la oposición de su marido a última hora.Natividad Virretti, de 84 años, inconsciente por un infarto cerebral, debía partir en ambulancia rumbo a Fuengirola para ingresar en una residencia de ancianos asistidos. Delfina Giménez, de 68 años, con demencia senil y una grave obesidad, iba a quedarse más cerca, en el sanatorio Sear de Fuencarral.
Los sobrinos políticos de Natividad, aunque no muy convencidos, acabaron dando el visto bueno al traslado. Al mediodía, ya con la ambulancia en la puerta, la mujer sufrió vómitos y los médicos decidieron no moverla.
Diego Prado, el marido de Delfina, acudió al hospital sin cuestionarse el traslado de su esposa. "Me han avisado esta misma mañana, y al menos a ella la llevan a un lugar próximo", aseguraba al principio. Dos horas después se negó a que la mujer saliera del Eloy Gonzalo. "Una enfermera me ha contado el hacinamiento y los problemas de ese hospital al que quieren llevarla, y no saldrá hasta que salga el último", concluyó. Los familiares han denunciado al Defensor del Pueblo que la mayoría de los enfermos de este centro, dependiente del Hospital Clínico, van a ser trasladados a otras comunidades autónomas.
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