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Entrevista:

"En CiU no contemplamos unas elecciones anticipadas"

Macià Alavedra, consejero de Economía de la Generalitat, a quien Jordi Pujol ha encomendado las negociaciones con el PSOE sobre los Presupuestos del Estado para 1995, asegura que todavía no hay un acuerdo, pero CiU apuesta por la estabilidad.

A pesar de estar de vacaciones, Macià Alavedra, de 60 años, mantiene el pulso de la actividad política. Las negociaciones sobre los Presupuestos arrancarán pronto. Le preocupa la imagen que se da de su partido en las negociaciones con el PSOE y afirma que son un "socio cómodo". En su residencia de Calella de Palafrugell (Gerona), dibuja las líneas básicas que explican la política de CiU de apoyo al Gobierno, mientras cae del cielo una persistente lluvia de ceniza procedente de los incendios del Montseny y Santa Coloma de Farners.

Pregunta. ¿Cómo están las negociaciones entre el Gobierno y CiU sobre los Presupuestos del Estado para 1995?

Respuesta. En estas negociaciones, la estabilidad sigue siendo nuestra preocupación. Pero no podemos decir que hay un acuerdo cuando aún no se ha alcanzado. Nosotros siempre hemos dicho que apoyábamos este gobierno por tres motivos. El primero, para garantizar la estabilidad del país para asegurar la recuperación económica. Segundo, para promover una política económica más dirigida a la economía productiva. Tercer tema, una determinada política autonómica para el conjunto del Estado, que se concreta en la solución del déficit sanitario y en la participación de las autonomías en el Fondo de Cohesión.

P. Pero, en cada uno de estos grandes temas ¿cuál es su valoración de las posibilidades de acuerdo?

R. En el tema económico, y más concretamente en el de los incentivos fiscales, somos conscientes de que se debe combinar con la lucha contra el déficit y con el volumen de los ingresos. Es en el tema autonómico en el que estamos alejados. Por ejemplo, en el reparto del Fondo de Cohesión, el porcentaje de participación ofrecido a las autonomías es muy bajo, en nuestra opinión.

P. ¿Cree que el Gobierno tiene una actitud diferente a la del año pasado?

R. No he notado ningún cambio, el Gobierno quiere seguir con su política de pacto con CiU. Noto algunas veces el clima generado de acusaciones contra este pacto con nosotros y las calificaciones y presiones de determinados medios y partidos en una línea política, que no debería condicionar ni al Gobierno ni a nosotros. En cualquier caso, esta campaña está creando presión en el partido que da apoyo al Gobierno y, aunque menos, en el propio Gobierno. En la negociación no se ha notado pero es una sombra presente.

P. ¿Cree que el pacto entre CiU y el PSOE podrá resistir ésta presión durante mucho tiempo?

R. En nuestra opinión sí.

P. ¿No contempla entonces un panorama de elecciones generales anticipadas?

R. Si no nos ponemos de acuerdo, si las cosas evolucionaran de una manera muy extraña, sí. Pero no nos gustaría. Es difícil hablar ahora sobre esto, en un momento de negociación aunque nosotros no utilizamos nunca en las conversaciones estos escenarios dramáticos. No contemplamos unas elecciones anticipadas.

P. ¿Cómo valora la reciente resolución del Parlamento de Andalucía contra el acuerdo de cesión a las autonomías del 15% del IRPF?

R. La cesión del 15% del IRPF es un acuerdo del Consejo de Política Fiscal y Financiera que se tiene que profundizar en la línea de una mayor corresponsabilidad fiscal de las autonomías. La renuncia del Parlamento andaluz al 15%, que no puede condicionar al Consejo, responde a una línea de política general española respetable. Ahora bien, si responde a una fijación sobre Cataluña, es más grave. Esa fijación sobre Cataluña no es buena.

P. Precisamente, Cataluña es ahora un centro de atención política en toda España. A CiU se le atribuye un interés exclusivo por obtener mejoras sólo para su autonomía.

R. Esas acusaciones tienen unas motivaciones políticas claras de deshacer el pacto entre CiU y el PSOE. El problema es si después estas motivaciones se llevan al límite de la obsesión e inciden en toda una tradición y un poso histórico que es el que realmente ha generado incomodidades entre Cataluña y el Estado español. Esto es malo.

P. En ocasiones parece que el marcaje que hacen ustedes de las decisiones del Gobierno es muy estrecho.

R. Nosotros somos aliados cómodos. Votamos la investidura de Felipe González a la primera, hemos apoyado los Presupuestos de 1994, la reforma laboral, apoyamos al Gobierno frente a la huelga general y estamos dispuestos a apoyar los Presupuestos de 1995.

P. El presidente del Partido Popular, José María Aznar, cree que no habría ningún problema para pactar con CiU.

R. Esto es posible dentro de un marco determinado. Por ejemplo, en el de la corresponsabilidad fiscal de las autonomías. La reciente decisión del Parlamento de Andalucía y, según me dicen, las que se podrían presentar en otras comunidades, indica que hará el PP. Y esto para Cataluña y todas las fuerzas políticas catalanas, teóricamente también para el PP catalán, debería ser un aviso muy importante.

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