LAS CALENTURAS DE FELIPE GONZÁLEZ
El presidente del Gobierno busca la paz en Doñana. Felipe González dedica su tiempo de ocio a pasear por el interior de la reserva y a la práctica de algunos deportes, como la pesca. Por las mañanas juega durante una hora a la petanca con los trabajadores encargados de la conservación del parque. Los empleados, entre lanzamiento y lanzamiento, le explican al presidente sus problemas laborales: ¡qué manía con el convenio colectivo! Felipe González sofoca tanta calentura física y laboral en las proximidades de Matalascañas, una de las zonas más concurridas y con mayor presencia de turistas extranjeros -sobre todo alemanas-. Él siempre elige una playa casi desierta frente a Doñana -más vale estar solo...-, donde escucha el mar y el rumor de la reserva. Sólo han interrumpido esta calma contadas visitas, como la de Carlos Romero, ex ministro de Agricultura y actual presidente del patronato, que le ha explicado los problemas del parque. ¡Más problemas! González desconecta en el palacio de Doñana rodeado de un entorno de ensueño.-
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