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El etarra que asesinó a Yoyes teme declararse partidario del abandono de la violencia

José Antonio López Ruiz, Kubati, de 40 años, el hombre que asesinó en 1986 a la ex dirigente de ETA María Dolores González Cataráin, Yoyes, se muestra partidario de que su organización ponga fin a las actividades terroristas y sustituirlas por la lucha política". Pero Kubati, recluido en la prisión de Teruel, no puede ocultar su miedo a romper la disciplina etarra: "Estoy metido dentro de un todo, y dentro de ese todo no me puedo desmarcar, porque desmarcarme sería meterme un tiro a mí, sería irme al agujero", dice. La secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, confirmó el cambio de actitud de Lóper Ruiz y añadió que este caso es revelador de lo que está ocurriendo dentro del colectivo de 525 presos de ETA.

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Kubati, condenado a más de 1.000 años de cárcel, es uno de los más duros dentro de la organización terrorista. Sin embargo, parece haber llegado al convencimiento de que el terrorismo no es el sistema para conseguir sus reivindicaciones y se inclina por utilizar la vía política, según se deduce de unas conversaciones mantenidas hace seis meses en la prisión, parte de las cuales fueron ayer difundidas por la Cadena SER.En estos diálogos con otras personas cuyas identidades no se han concretado, el histórico etarra explica así su opinión sobre la violencia: "¿Mi opinión personal? Que quiero que esto se acabe y llevar una lucha política". En otro momento asegura: "Yo y todos mis compañeros sabemos que la lucha va a ser política".

Sin embargo, teme expresar públicamente sus opiniones por miedo a ser marginado por ETA e, incluso, a sufrir sus represalias. A través del estudio de estas conversaciones se puede deducir, no obstante, que Kubati se debate en un mar de dudas, ya que es consciente de que podría perder la influencia que actualmente ejerce sobre el colectivo de presos. Reconoce que no está tan convencido "de lo que pensaba y esas cosas". "Pero yo estoy marcado, estoy marcado para toda la puta vida y lo único que puedo, lo único que puedo hacer es intentar desde dentro que esto se solucione", añade.

López Ruiz revela que tiene "un montón de putas relaciones con toda la gente del colectivo" de presos y añade que, en el momento en el que se conozca públicamente su posición en contra de la. violencia, perderá toda su capacidad de influencia entre sus compañeros.

No oculta su temor a ser víctima de la organización terrorista, lo que confirma que ETA utiliza el terror para frenar la reinserción de sus presos, según ha dicho recientemente la viceministra de Interior, Margarita Robles. El etarra confiesa: "Yo sé cómo es el chiringuito mío. Lo se perfectamente. Yo en el momento en que lance una propuesta o un compañero lance una propuesta de 'fuera tiros', esta gente queda ya marcada".

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José Antonio López Ruiz forma parte, junto con José Miguel Latasa Guetaria, de un grupo de presos que a fines del año pasado comenzaron un debate sobre el abandono de la lucha armada. Latasa fue expulsado de ETA la semana pasada. Quizás para evitar que le ocurra lo mismo, López Ruiz ha difundido entre sus compañeros un mensaje en el que asegura que es falso todo lo que se pueda publicar sobre él, según la SER.

La actual actitud de Kubati contrasta con la que mantenía hace años. En una carta dirigida a mediados de 1992 a la dirigente Belén González Peñalba, deportada en la República Dominicana, aún abogaba por "una organización armada fuerte que, golpeando con efectividad, haga cometer al enemigo los errores suficientes para que el reagrupamiento de masas en tomo a nuestra estrategia sea un hecho".

El portavoz del PP en el País Vasco, Gregorio Ordóñez, se quejó ayer de que "Kubati debería haberse descabalgado del caballo de la violencia cuando estaba montado en él, y no ahora que está en la cárcel y quiere salir". El presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, indicó que las manifestaciones del activista son positivas como gesto de voluntad de arrepentimiento, "pero no como justificación de una política de reinserción indiscriminada".

"Hay muchos presos de ETA que tienen un discurso hacia dentro y otro distinto hacia afuera", declaró Margarita Robles, quien explicó esta actitud por el miedo a las represalias. "El terror hace que no se atrevan a decir abiertamente lo que ya es normal que digan calladamente en las prisiones", indicó Robles.

La viceministra de Interior aprovechó la ocasión para volver a insistir en que la política de reinserción emprendida por el Gobierno es un buen procedimiento para quebrar la unidad del colectivo etarra.

El PP pide información

Federico Trillo, portavoz del PP en la comisión parlamentaria de Justicia e Interior, ha pedido al Gobierno la relación de todos los presos de ETA que han obtenido el régimen de semilibertad en los últimos cinco años, especificando qué organismo se lo concedió y las condenas que pesan sobre cada uno. El PP espera disponer de estos datos antes de la reunión del Pacto Antiterrorista de Madrid, prevista para septiembre.

La Asociación Víctimas del Terrorismo ha expresado su malestar y preocupación por la benevolencia judicial con que han sido tratados diversos implicados en actividades de ETA desde que Juan Alberto Belloch se hizo cargo primero del Ministerio de Justicia y más tarde, del de Justicia e Interior.

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