El jefe del Ejército pide "fe en el mando" ante los sacrificios del Plan Norte

El jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general José Faura, ha pedido a los militares "un acto de fe en el Mando, libremente asumido" ante "los sacrificios que implica el nuevo Plan Norte", que hoy tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros. El Estado Mayor del Ejército de Tierra ha distribuido en todas las unidades un folleto explicativo sobre el plan, que reduce la fuerza militar del equivalente de 20 brigadas, con que cuenta actualmente, a sólo 15.

El folleto sobre el Plan Norte (Nueva Organización del Ejército de Tierra) va encabezado por una carta del general Faura a sus subordinados, en la que califica el proyecto como "el esfuerzo mayor que el Ejército de Tierra ha hecho, en los últimos años, para encontrar su auténtica identidad"."Lo cambiante del mundo actual el aumento de las responsabilidades que hemos contraído, especialmente en el exterior, y las restricciones de personal y presupuestarias", agrega, "nos han obligado a diseñar una nueva estructura orgánica del Ejército".

El general insta a los militares a participar en la elaboración y ejecución del plan, "haciendo posible el ejercicio de la libertad, entendida como la facultad de hacer lo que se debe, aun cuando ello no sea lo que se quiere". Y subraya: "Lo que os ofrezco no es para nosotros, es para España", y pide que "no se dramatícen algunas situaciones" personales, ya que "absolutamente todas van a encontrar solución".

El Plan Norte supondrá entre 1995 y 1997, la disolución de 10 regimientos, 20 batallones, nueve compañías y 34 unidades menores; así como el traslado de cinco cuarteles generales, seis regimientos y siete batallones. Unas 80 instalaciones militares, se cerrarán este año y otras 80 en el próximo trienio. Se estima que los cierres afectarán, a 2.500 oficiales y suboficiales y a 9.000 soldados y las disoluciones, a otros 1.000 mandos y 4.000 soldados.

El folleto distribuido en los cuarteles en julio explica que los miembros de las unidades disueltas tendrán preferencia para ocupar destino en su guarnición de origen o de la misma región militar; quedarán exentos de cumplir los periodos mínimos de permanencia que se exigen para ascender; y no podrán ser destinados forzosos durante seis meses para los mandos y proporcional a su antigüedad para los soldados.

Respecto a los miembros de las unidades trasladadas, podrán darse de baja, en cuyo caso tendrán preferencia para pedir destino, o trasladarse con su unidad, con derecho a las indemnizaciones previstas pata los destinos forzosos si cambian de municipio.

Entre otros traslados, el plan prevé que el tercio de la Legión de Fuerteventura y el mando de Legión de Málaga vayan a Almería; el mando de ingenieros de Madrid a Salamanca; los batallones de guerra electrónica de El Pardo y Prado del Rey (Madrid), a Valencia y Sevilla, respectivamente; el regimiento de caballería de León a Valladolid y el regimiento mecanizado de Castellón a Bétera (Valencia). No obstante, el plan aprobado hoy por el Gobierno dejará en manos del ministro de Defensa, Julián García Vargas, la última palabra sobre la lista de unidades a cerrar o trasladar, que puede ser modificada en su aplicación.