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Los controladores aéreos de Marsella desconvocan su huelga

El sector turístico de Baleares respiró ayer hondo. Los controladores franceses del centro de navegación aérea de Aix en Provence, en las cercanías de Marsella, anunciaron que volverán a trabajar horas suplementarias, lo que en la práctica significa el final de la huelga de celo que han llevado a cabo para reivindicar aumentos de plantilla e incrementos en sus pensiones de jubilación. Estas acciones llevaron el caos con retrasos de hasta 14 horas en los vuelos de los tres aerópuertos de las islas Baleares -Palma de Mallorca, Ibiza y Mahón- durante los dos pasados fines de de semana. La decisión de los técnicos franceses aliviará el intenso tráficoaéreo generado entre las islas Baleares y el centro y norte de Europa, pero no evitará los retrasos."La noticia es muy positiva, pero sabemos que no garantiza el fin de los atascos, ya que el problema del espacio aéreo europeo es estructural y no obedece únicamente a un conflicto localizado en Marsella", declaró Pedroí Meaurio, director del aeropuerto de Palma.

La decisión de los controladores franceses mejorará notablemente la situación del tráfico aéreo que nace o atraviesa todo el sureste francés. La ubicación del centro de control aéreo de Marse lla, enclavado en una zona que tiene que ser atravesada total o parcialmente por las aeronaves que provienen del centro y norte de Europa y se dirigen al Mediterráneo, ha dotado de un extraordinario poder a los controladores aéreos franceses que han bloqueado la circulación aérea durante dos fines de semana en los aeropuertos de Baleares en una época de tráfico elevado como, la veraniega.

Los pasados. 23 y 24 de julio 300.000 turistas y más de 2.000 vuelos padecieron las consecuencias de la huelga de los controladores franceses y sufrieron retrasos que oscilaron entre las 6 y las 4 horas. Esta situación se repitió el pasado fin de semana en la que fueron más de 100.000 los pasajeos y 652 los vuelos afectados directamente por la huelga de celo de los franceses. Pese a la desconvocatoria de la huelga de celo, los empresarios de Baleares mantendrán este fin de semana las medidas de urgencia para reducir el impacto de los retrasos. La compañía aérea Air Europa había alquilado un jumbo para transportar el pasaje de cuatro operaciones distintas. Asimismo, el aeropuerto mallorquín acotó una zona especial para ganar espacio en la plataforma de estacionarniento de aeronaves. El pasado domingo el aparcamiento de aviones se saturó y la terminal aé rea palmesana permaneció una ora cerrada al tráfico exterior.

El balance de urgencia realizado por el turismo balear desde que los técnicos franceses iniciaron la huelga es desolador: miles de turistas afectados, cientos de horas perdidas y un daño considerable a la imagen turística de las islas. Las compañías aereas, por su parte, admitieron pérdidas de entre 500 y 1.000 millones de pesetas por las interrupciones del tráfico por las zonas de navegación de Marsella.

El Gobierno de Gabriel Cañellas (PP) anunció su intención de seguir presionando ante la Administración central y los organismos comunitarios para obtener un pasillo aéreo propio que evite el paso por las aerovías francesas.

Una de las soluciones aportadas por la comisión interministerial de Turismo de la UE es ganar el centro de Europa a través de una ruta coordinada por los centros de Barcelona e Italia. Para ello sería necesario que Marsella cediera la autonomía de una franja aérea situada sobre aguas internacionales del Mediterráneo. Esa posibilidad fue planteada la semana pasada por una delegación balear en el organismo Eurocontrol (organización para la seguridad de la navegación aérea) en Bruselas.

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