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Los boniteros del Cantábrico rompen las redes Ilegales de dos barcos británicos y uno irlandés

La flota bonitera cantábrica ha decidido, una vez más, tomarse la justicia por su mano. El Reino Unido e Irlanda, además de Francia, entraron ayer en la guerra del bonito que han declarado los pescadores españoles a sus competidores europeos por incumplir la normativa comunitaria que limíta a 2,5 kilómetros la longitud de sus redes. Varios barcos españoles destrozaron las redes con las que faenaban dos buques británicos y uno irlandés en distintos puntos del Golfo de Vizcaya. Las Armadas española y británica reforzaron su presencia en la zona del conflicto. El Ministerio de Agricultura recibió quejas del Gobierno británico y Bruselas instó a los Doce a buscar "una solución duradera".

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En menos de 24 horas, dos buques británicos y uno irlandés fueron atacados en aguas internacionales del Golfo de Vizcaya por la flota bonitera española por usar redes superiores a los 2,5 kilómetros permitidos por Bruselas. Según los pescadores británicos, los españoles cortaron las mallas después de amenazarles verbalmente. Estos incidentes ocurren seis días después de que los pescadores del Cantábrico, tras bloquear los puertos del norte y parar durante dos semanas, decidieran dar un voto de confianza al Gobierno central y probar en alta mar la eficacia del acuerdo pesquero firmado en Bruselas el pasado 18 de julio.Ante la escalada de tensión, el Ministerio de Defensa español decidió ayer enviar una se gunda patrullera, Atalaya, al oeste de Finisterre. El buque de la Armada británica, HMS Anglesey, también se dirigió a la zona, aunque no llegó a tiempo para presenciar los ataques. Los pescadores británicos acusaron al, Chilreu, la patrullera que acompaña a los boniteros españoles, de "no hacer nada" para evitar que once barcos es pañoles acorralaran y cortaran las redes al buque Pilot Star. El segundo barco británico, Ar-Bageergan, fue asaltado por seis pesqueros en otro punto del Golfo de Vizcaya.

Eddie Fox, responsable de pesca del puerto de Newlyn, confirmó el destrozo de las redes a manos de los españoles. Según Fox, pescadores cantábricos cortaron y hundieron las redes, ayudados por el peso de las anclas, ocasionando. unas pérdidas económicas que superan las 25.000 libras (unos 5 millones de pesetas), sin contar con la pesca perdida. "Nos chillaron, nos amenazaron. Fue una situación muy peligrosa", explicó ayer el capitán del Pilot Star, Martin Jones. Un tercer barco, de nacionalidad irlandesa, también fue interceptado por los boniteros españoles.

El Ministerio de Agricultura y Pesca español aseguró que España sigue defendiendo ante Bruselas la concesión de más poderes sancionadores a los inpectores comunitarios. Pero ayer la Comisión aseguré en un comunicado que los cuatro países implicados en el conflicto sólo se han comprometido a intercambiar información para conseguir que se respete la normativa comunitaria, aunque instó a los Doce a tomar medidas adicionales para buscar "una solución duradera" informa Juan Carlos González.

Pero la flota española no parece dispuesta a ceder en su lucha. El presidente de la cofradía de los pescadores de Bermeo (Vizcaya), José Manuel Gabantxo, anunció próximas protestas, informa Eva Larrauri. "Ya no vamos a bloquear puertos. Vamos por tierra a impedir la entrada de bonito pescado con volantas ¡legales", dijo. Los alcaldes de las localidades costeras del País Vasco se reunirán hoy para "apoyar e impulsar aquellas iniciativas que surjan" como «el bloqueo de puertos y la paralización de las importaciones de bonito capturado con volantas o arrastre pelágico". La entrevista que mantuvieron en Burela (Lugo), los diputados del PP, Arsenio Fernández de Mesa, y Rodrigo Rato, con los pescadores no ayudó a calmar os ánimos. Rato acusó al Gobierno de "incapacidad". Mesa, en una carta enviada a los boniteros el 27 de julio, les consejó pedir la dimisión del secretario de Pesca, José Loira.

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