Los serbobosnios vuelven a rechazar el plan de paz y convocan un referéndum
El autoproclamado Parlamento de los serbios de Bosnia volvió a reunirse ayer en Pale por tercera vez en tres semanas para rechazar el plan de paz propuesto por el grupo de contacto, que implica la partición del territorio de Bosnia-Herzegovina. En lugar de aceptar la propuesta de las grandes potencias -respaldada por las amenazas del Gobierno de Belgrado, que teme las sanciones económicas anunciadas contra Serbia-, los diputados decidieron, también por mayoría absoluta, convocar un referéndum sobre el plan de paz entre la población serbobosnia a finales de mes.
Los diputados reunidos en el feudo serbobosnio de Pale, en las afueras de Sarajevo, rechazaron de nuevo la propuesta del grupo de contacto (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido), que supone la partición de Bosnia-Herzegovina: 51 % del territorio para la federación de croatas y musulmanes y 49% para los bosnios. Sin embargo, los partidarios de Radovan Karadzic se siguen resistiendo a firmar el reparto acordado por las grandes potencias cuando controlan en la actualidad el 70% de Bosnia.Karadzic aseguró que su pueblo, ante la intensa presión internacional que está sufriendo, se está preparando para "ir en solitario". "Probablemente deberemos declarar el estado de guerra, decretar la movilización general, racionar los suministros y cerrar las fronteras con Serbia", agregó el líder serbobosnio, "ahora entendemos que Yugoslavia [Serbia y Montenegrol ya no podrá ayudarnos más tiempo".
La autoproclamada República de los Serbios de Bosnia se encuentra sometida a la amenaza de caer en un aislamiento total si Belgrado confirma su amenaza de retirarle toda cooperación.
Decisión "definitiva"
El presidente de la cámara, Momcilo Krajisnik, se mostró "pesimista" ante lo que denominó "política de presiones y de chantajes", y dio a entender que los serbobosnios no pueden aceptar decisiones que amenacen sus "intereses vitales". Krajisnik aseguró, no obstante, que la decisión adoptada será Ia definiva".
Aunque el Gobierno de Belgrado había prevenido a sus aliados contra la posibilidad de convocar un referéndum -que puede afectar a la República Federal de Yugoslavia, ya que el grupo de contacto puede actuar contra sus intereses económicos en el exterior-, el parlamento de Pale plantó un consulta popular, los próximo días 27 y 28, sobre el plan de paz de las grandes potencias. "Sólo el pueblo puede dar el veredicto final en una cuestión como ésta", declaró uno de los diputados serbobosnios. Los diputados se reunirán de nuevo el día 31 para dar su visto bueno al. resultado de las urnas.
Mientras tanto, a pesar de las promesas de los combatientes para detener el fuego cruzado de los francotiradores en Sarajevo, tres pasajeros de un tranvía resultaron heridos ayer en el centro de la capital bosnia por disparos procedentes de las líneas serbias. El servicio de transporte quedó interrumpido a consecuencia de los disparos de los francotiradores, y un pelotón de soldados franceses respondió al fuego.
Las negociaciones entre serbios y musulmanes siguen su curso para llegar a un acuerdo que permita el intercambio de prisioneros de ambos bandos y la reapertura de las carreteras de acceso a Sarajevo, bloqueadas por los serbobosnios desde finales de julio.
Por otro lado, el Vaticano confirmó ayer que el papa Juan Pablo II viajará entre el 9 y 11 de septiembre a Zagreb, para conmemorar el noveno centenario de la fundación de la archidiócesis de la capital Croata y descartó cualquier posible visita a Belgrado. Fuentes de la Santa Sede señalan que el Papa podría desplazarse también a Sarajevo "como mensajero de paz".
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