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Detenida el turista italiano acusado de promover el alboroto en Formentera

El presunto cabecilla de la algarada en la que intervinieron 400 turistas italianos en la isla de Formentera en la madrugada del pasado martes fue detenido ayer en Ibiza. Roberto María Adago se presentó en la comisaría de esta isla por la mañana para denunciar ser parte perjudicada en los hechos. La Guardia Civil le detuvo allí mismo, acusado de atentado a un agente y alteración del orden público con daños.

El detenido, Roberto María Adago, natural de Milán, de 7 años, puso fin a la fuga que había emprendido tras enfrentarse el martes con tres miembros de la Policía Local formenterense y resistirse -protegido por decenas de sus compatriotas- a la actuación de la Guardia Civil, que acudió a frenar el tumultuoso alboroto. Adago fue el cabecilla de una algarada en la que 400 turistas italianos tomaron una calle de la zona de Es Pujols. El incidente nocturno se inició durante la actuación de los policías locales que pretendían resolver un atasco circulatorio en una populosa vía turística. El jefe de los municipales de Formentera, Andrés Ibáñez, usó un aerosol de gas lacrimógeno y Adago, según la versión oficial, golpeó el vehículo policial de Ibáñez, a quien insultó y amenazó. Luego, prendió fuego al coche del agente. También se acusa a Adago de lanzar un rudimentario cóctel mólotov contra la fachada del Ayuntamiento insular.

Un portavoz de la Guardia Civil de Formentera reconoció que no se pudo detener inicialmente al presunto provocador durante el alboroto porque se refugió entre numerosos turistas italianos. Entonces, se le conminó a presentarse en las dependencias del cuartel del instituto armado. Adago no lo hizo y en su lugar contactó con el consulado italiano en Barcelona, donde se le recomendó que se personara ante las autoridades. El detenido había protagonizado el pasado verano otros incidentes públicos.

Actuación policial

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El alcalde de Formentera, el independiente Antoni Serra, manifestó ayer tarde que "en general, la actuación de los agentes locales en la algarada fue correcta", aunque matizó que quizás no fue "muy afortunado" el uso de los gases lacrimógenos para intentar reducir agresor.

Serra justificó al policía señalando que se encontró solo ante un grupo muy numeroso e turistas excitados, y con ganas de bronca. El alcalde hizo ayer un llamamiento a los operadores turísticos de Formentera "para que no traigan a más turistas de esta especie". La pequeña isla balear, acoge cada verano alrededor de tres mil jóvenes italianos con edades comprendidas entre los 20 y los 25 años.

El alcalde añadió que "hay que controlar como sea a estos turistas, que se mueven formando grupos de hasta 800 personas y que se creen los amos de la isla". "Ojalá metan a Adago en un avión y lo manden a Italia pronto", agregó Serra.

Por su parte, el grupo municipal del Partido Popular pidió ayer la dimisión del alcalde, por considerar "excesiva la acción de la policía local contra los jóvenes".

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