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Milosevic advierte a Karadzic que el plan de paz es del interés de toda la nación serbia

Slobodan Milosevic, presidente de Serbia, y al que muchos señalan como el cerebro de la guerra en Bosnia, se ha desmarcado con claridad de su patrocinado Radovan Karadzic, definiéndose a favor del plan de paz propuesto por el grupo de contacto (EE UU, Rusia y la Unión Europea). "El compromiso con la paz está en el interés de toda la nación serbia", aseguró Milosevic. 'Esto quiere decir", prosiguió "que el plan debe ser aceptado".

La declaración de Milosevic se urdió en la noche del sábado al domingo, poco después de que los ministros de Exteriores del grupo de contacto, reunidos en Ginebra, decidieran proponer al Consejo de Seguridad de la ONU un reforzamiento de las sanciones contra Serbia y Montenegro. El director de Politika, Dragan Antic, considerado como un hombre próximo al presidente serbio, fue el elegido para hacerla pública."No es un plan suficientemente justo en lo que a nosotros [los serbios] se refiere, pero sin duda alguna un compromiso es necesario; la paz es más justa que la guerra; la vida y la esperanza deben prevalecer sobre la muerte y sobre la destrucción innecesaria", dijo Milosevic.

El presidente serbio aprovechó su declaración para marcar claras diferencias verbales con su protegido Karadzic. "El plan no es antiserbio. Un plan que otorga la mitad del territorio a la República Serbia de Bosnia y la otra mi tad a la federación croata musulmana no puede ser considerado antiserbio".

El jueves, el presidente del autoproclamado Parlamento serbio de Bosnia, Momcilo Krajisnik, considerado como el número dos del régimen, escribió a Milosevic y al presidente ruso, Borís Yeltsin: "Aceptar el plan de paz supondría el fin del pueblo serbio y el inicio del suicidio nacional".

El plan del grupo de contacto tiene dos partes: un mapa que otorga el 51% del territorio de Bosnia-Herzegovina a la federación croata musulmana y un 49% a los serbios, y una serie de medidas políticas que impedirían, por ejemplo, la unión de los territorios serbios a la Serbia de Milosevic. Éste es uno de los principales motivos del rechazo de los serbios de Bosnia, quienes además discuten el diseño del mapa que les deja teóricamente desprotegidos en zonas clave como el corredor de Posavina, al norte, que une sus conquistas del Este con las del Oeste.

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Sin reacción

No ha habido aún reacción alguna de los líderes serbios de Bosnia a las palabras de Milosevic. Éste se halla muy presionado por las sanciones internacionales, que han hecho grave mella en su economía, y por Rusia, cuyo titular de Exteriores, Andréi Kózirev, llegó anoche a Belgrado para celebrar otra ronda de conversaciones. Las nuevas sanciones propuestas el sábado por el grupo de contacto, que incluirían el embargo de los bienes en el exterior de Serbia y Montenegro, podrían empezar a ser discutidas en la ONU hoy mismo, según anunció anoche la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Madeleine Albright.

No es la primera vez que Milosevic y los líderes serbios de Bosnia discrepan públicamente. En marzo de 1993, Milosevic se enfrentó al jefe militar de Karadzic, Ratko Mladic, por su empecinamiento en la oposición al plan VanceOweri, posteriormente rechazado mediante un polémico referéndum. Sin embargo, en la fase posterior de la guerra en Bosnia, no se observó fisura alguna entre Belgrado y Pale, capital política de los hombres de Karadzic.

El Gobierno bosnio, a través de su presidente musulmán, Alia Izetbegovic, y del primer Ministro, Hatis Silajdzic, mostró ayer su decepción por lo que considera "débil" respuesta de las potencias internacionales. Izetbegovic alabó el hecho de que el grupo de contacto reafirmara la integridad territorial de Bosnia-Herzegovina y anunciara la posible ampliación de las áreas protegidas, pero deploró la ausencia de medidas militares o del levantamiento del embargo de armas, que perjudica sobre todo a los bosnios.

"Hay un vacío obvio entre el contenido del comunicado y la realidad sobre el terreno", aseguró Izetbegovic. "Las sanciones económicas son de, naturaleza incierta y de largo plazo", añadió. El presidente bosnio cree que la indecisión internacional incita a los serbios al combate. "Estamos decepcionados por la ausencia de presión efectiva", concluyó.

El Reino Unido anunció ayer que, en el caso de que el Consejo de Seguridad decida el levantamiento del embargo de armas a los musulmanes, no ejercerá su veto. Esto representa un cambio significativo, pues hasta ahora Londres era la capital europea más reacia a seguir esta línea, defendida desde hace meses por la Administración Clinton. El Reino Unido ha mantenido hasta ahora que el levantamiento del embargo favorecería la prórroga de la guerra y pondría en grave riesgo la vida de los cascos azules allí desplegados.

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