El alcalde de Sevilla obliga al edil de Seguridad Ciudadana a rectificar sus ataques racistas

El alcalde de Sevilla, el andalucista Alejandro Rojas-Marcos, obligó al delegado de Seguridad Ciudadana, Manuel García, del Partido Popular (PP), a rectificar las declaraciones en que relacionó a los inmigrantes ilegales con actividades delictivas y que causaron el rechazo del propio PA, de los grupos de la oposición municipal y de las asociaciones de ayuda a los extranjeros. García afirmó ayer, en una nota, que se tergiversaron.

En la reunión de la Junta Local de Seguridad, en la Delegación del Gobierno, Rojas-Marcos informó: "He pedido explicaciones públicas a García y las va a dar". El alcalde advirtió que las manifestaciones de García acusando a los inmigrantes ilegales de producir graves problemas en Sevilla "no expresan el sentir del Gobierno municipal". "Son de carácter personal y desafortunadas", matizó.

El edil había dicho que esas personas, especialmente los magrebíes y los portugueses son "poco recomendables" e "incómodas" y que se dedican a dar patadas en la puerta para ocupar casas, a mendigar, a hacer de aparcacoches, a vender tabaco ilegal y a traficar a pequeña escala con drogas. Para acabar con ellas incluso había anunciado su intención de pedir hoy a la delegada del Gobierno, Amparo Rubiales, que se aplique con rigor la Ley de Extranjería.

Rojas-Marcos dejó claro que ésa no será la actitud del Ayuntamiento, aunque admitió que ni García le ha presentado la dimisión ni él se la ha exigido. El responsable de Seguridad no quiso hacer comentarios, pero en un comunicado sí lamentó "la utilización sesgada y arbitraria" que se ha hecho de sus palabras, que, alega, "se han sacado de contexto".