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Mokdad Sifi compara la situación de Argelia con la transición en España

Mokdad Sifi fue fiel a la tradición de los responsables argelinos que intentan transmitir una imagen de cierta normalidad de su país. El primer ministro llegó a comparar ayer en Madrid la situación que vive Argelia con la transición que se produjo en España entre un régimen autoritario y la democracia a finales de los años setenta.

"España conoció en cierta medida éste tipo de situación" de transición, explicó Sifi en el curso de una rueda de prensa poco antes de ser recibido por el Rey y de dar por concluida su primera visita a España. "El pueblo español y el país ya vivieron esta situación y la comprenden", insistió.

La segunda vuelta de las elecciones legislativas en Argelia, que se debían celebrar en enero de 1992, fue cancelada para evitar una victoria del Frente Islámico de Salvación (FIS). Se produjo desde entonces una espiral de la violencia que ha causado la muerte, según estimaciones diplomáticas, de unas 4.000 personas, en su mayoría militantes islamistas y agentes de las fuerzas de seguridad, pero entre las que figuran 52 extranjeros.

Sífi rehusó dar balances del número de víctimas de la violencia y se esforzó en demostrar que, "a pesar de los atentados mediáticos [con objetivos propagandísticos] de los que son víctimas los extranjeros -14 fueron asesinados desde principios de mes-, "la situación sobre el terreno ha mejorado globalmente" para las fuerzas del orden.

En el Comité Nacional de Transición encargado de preparar unas elecciones a celebrar dentro de tres años están representados, prosiguió, "más de 30 partidos políticos, incluidos algunos islamistas moderados".

La voluntad de Zérual

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Más aún que en este amplio abanico de fuerzas políticas, Sifi fundamenta su "optimismo" sobre el porvenir de Argelia en "la voluntad del presidente Lamin Zérual de lograr un consenso y la renovación de sus llamamientos al diálogo" con el poder dirigidos a todos aquéllos que rechazan la violencia. El presidente español, Felipe González, le animó el miércoles a que amplíe el diálogo hasta incluir a los dirigentes del FIS encarcelados y exiliados.Repitió el primer ministro que en Argelia "no hay presos de opinión y que nadie permanece en la cárcel sin haber sido juzgado". "Como sucede con todos los servicios de seguridad, los argelinos pueden cometer excesos", pero el Gobierno es tan escrupuloso con los derechos humanos que "ha dado instrucciones firmes a las fuerzas de seguridad para que no caigan en la trampa de la represión ciega, aunque esto les obligue a retrasar sus operaciones y comprometa la vida de sus hombres".

A pesar de que, a diferencia de Francia, España no le ha ortogado, por ahora, nuevas líneas de crédito, Sifi se fue satisfecho de Madrid, donde recibió, dijo, "una acogida de calidad"; se va a discutir en breve la concesión de nuevos préstamos y el territorio español "no sirve de plataforma para los argelinos violentos".

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