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La Audiencia Nacional absuelve a Francisco Peiró, ex presidente del BEF

La Audiencia Nacional ha absuelto de los delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad de documento mercantil a Francisco Peiró, ex presidente del Banco Europeo de Finanzas (BEF), así como a Enrique Pastor, secretario del consejo de administración del banco, al constructor Longinos Sánchez y a sus hijos, Juan Carlos, ex asesor comercial de Peiró, y Javier, que fue vicepresidente del BEF.Peiró estuvo en prisión desde el 14 de noviembre de 1991 al 9 de enero de 1992. El juez Miguel Moreiras fijó entonces una fianza de 500 millones de pesetas para Peiró y de 50 para Pastor.

En la sentencia conocida ayer se considera probado que Peiró y Longinos Sánchez establecieron relaciones profesionales cuando el primero ocupaba la vicepresidencia del BEF. Éstas consistieron, fundamentalmente, en la obtención por parte de Longinos de créditos a cargo del BEF, que en 1989 alcanzaba un importe comprendido entre 700 y 800 millones de pesetas.

En 1990, ambos procesados concibieron la entrada del constructor Longinos Sánchez en el accionariado del BEF y, por tanto, en el control del banco. Con ello "se potenciaría la presencia de Peiró en los órganos de decisión de la entidad bancaria", mientras que Longinos "tendría acceso a créditos fluidos y sustanciosos, próximos a los 1.250 millones de pesetas".

'Cuenta B'

Según la sentencia, en septiembre de ese año, Peiró informó a Sánchez que un accionista del BEF pretendía vender sus acciones -el 6,15% del capital-, recibiendo para ello créditos por valor de 610 millones de pesetas dinero que fue "retirado por orden directa de Peiró de una cuenta o caja denominada B, que funcionaba en Eurocapital". No consta que se haya devuelto ese dinero.Sin embargo, el juez Ángel Calderón considera en la sentencia, en contra de lo que defiende la acusación particular, que no puede compartirse la tesis de que Sánchez y Peiró se confabularon para enriquecerse a costa de los depósitos de Eurocapital.

La crisis del Banco Europeo de Finanzas estalló en plena euforia de los denominados chiringuitos financieros en el auge de la economía financiera de final de los años 80. Poco meses después estalló el escándalo Ibercorp. Estos dos casos restaron bastante credibilidad al sistema financiero.

Francisco Peiró, en la única conferencia de prensa que dió en plena crisis del BEF, negó irregularidades contables y aseguró que lo único que había hecho era aprovechar las lagunas legales que ofrecía el sistema. El BEF se lo quedó Unicaja, la entidad que preside Braulio Medel, que era su primer acreedor con un montante de 12.000 millones de pesetas.

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