Transportes quiere introducir un bono para el uso de autovías

Entre las alternativas para financiar las autopistas y autovías, el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA) considera "más factible" introducir el pago de un bono para su uso. Este sistema, se aplicará en Bélgica, Holanda, Alemania, Luxemburgo y Dinamarca a partir del 1 de enero del año que viene bajo la denominación de euroetiqueta. En España, consistirá en que el usuario pague una cantidad en función del" tamaño de su coche. Esto le dará derecho a circular por las autopistas y autovías del Estado, durante un determinado periodo de tiempo.El director del gabinete técnico del MOPTMA, Miguel Cruz, no estableció ayer un calendario concreto para la aplicación de este bono. Sí dijo, durante su intervención en un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, que se trata de un mecanismo que permitirá financiar en parte el plan director de infraestructuras que se encuentra ahora en trámite parlamentario. El plan prevé inversiones de 900.000 millones de pesetas al año hasta el 2007.

El bono de uso tendrá "un potencial recaudatorio alto", de forma que permita, según Miguel Cruz, cubrir los costes de explotación y mantenimiento de las redes viarias, estimados en unos 100.000 millones de pesetas al año. Miguel Cruz descartó el sistema de peaje tradicional, porque las nuevas autovías no están preparadas para ello.

El director del gabinete técnico del MOPTMA explicó que el bono para el uso de autovías sería una fórmula transitoria hasta que sea posible establecer un mecanismo automático de pagos por una comunicación telemática que impondrá una tasa por kilómetro recorrido. Miguel Cruz dijo que su aplicación "no está muy lejana en el tiempo", ya que la Unión Europea ha puesto en marcha proyectos de investigación para su desarrollo.

Miguel Cruz intervino ayer en un seminario sobre Política fiscal y competitividad, organizado por el Instituto de Estudios Fiscales, en el que también participó el presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El presidente del TDC defendió que la falta de competencia en algunos sectores supone en realidad un pago de impuestos encubierto por parte de los usuarios de servicios como las telecomunicaciones y las farmacias. Por ejemplo, dijo que liberalizar las farmacias supondría pagar los medicamentos un 8% más baratos, en total 80.000 millones de pesetas. La desmonopolización del teléfono abarataría la factura que pagan lo usuarios en unos 200.000 millones de pesetas. Fernández Ordóñez anunció que el TDC tendrá a finales de año nuevas propuestas para introducir mayor competencia en banca, farmacias, puertos, carburantes y cines.