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Renovadores y guerristas coinciden en repudiar la política de Anguita y apoyar los pactos con CiU

Anabel Díez

La dirección del PSOE ha cerrado el debate sobre la pérdida de votos y un posible giro a la izquierda sólo un mes después de as elecciones europeas y andaluzas. Felipe González ha visto con satisfacción esta unidad de criterios entre renovadores y guerristas. Éstos últimos, que propugnaban un entendimiento con IU, abominan ahora de lo dicho, y reconocen la voluntad de CiU de llegar a acuerdos y la imposibilidad de pactar con IU. El presidente de Extremadura, el guerrista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acusó ayer al líder de IU, Julio Anguita, de haber "traicionado a la izquierda española [al pactar con el PP en Andalucía] y demostrado que pactar con IU significaría girar hacia la derecha".

La reunión de la ejecutiva empezó ayer con un informe de Felipe González repleto de datos sobre los resultados electorales del pasado 12 de junio. En el informe se pone de manifiesto que el PSOE perdió las elecciones porque más de tres millones de ciudadanos que le habían dado su apoyo hace sólo un año decidieron abstenerse en las europeas. En el estudio se asegura que los pactos con CiU no afectaron al resultado.Miembros del sector guerrista, después del pacto de IU con el PP andaluz, creen que su esfuerzo por abrir el abanico de pactos ha resultado inútil, al menos en lo que se refiere a la coalición que dirige Anguita. "González llevaba razón cuando decía que con IU no se podía pactar", señaló ayer Rodríguez Ibarra.

El presidente extremeño no ahorró adjetivos para calificar a Anguita, al que acusó de "altanería y autoritarismo" por pedir a los socialistas que se callen" y no critiquen a su partido por haber llegado a un pacto en Andalucía. "¿Por qué nos tenemos que callar? ¿Qué lecciones nos tiene que dar ese señor, ni de izquierda ni de eficacia en la gestión ni en nada?", dijo Rodríguez Ibarra, para quien IU ha demostrado que está dispuesto a pactar a cualquier precio "para tocar poder".

[Izquierda Unida respondió ayer, por boca de su responsable de organización, Mariano Santiso, que las manifestaciones de Rodríguez Ibarra dificultan las posibilidades de crear un clima de diálogo con el PSOE, y advirtió que IU no es la "muleta" de los socialistas.]

Rodríguez Ibarra añadió que "CiU sí quiere llegar a un entendimiento con el PSOE, según está demostrando". Para los guerristas sólo queda corregir un problema "de imagen". Este sector considera que los socialistas tienen que impedir que cunda la idea de que el Gobierno está en manos de los nacionalistas catalanes. En ello coinciden los renovadores, aunque en voz mucho más baja.

La mayoría de los dirigentes socialistas, encabezados por González, sigue considerando que es posible recuperar el voto, ya que la mayoría de los antiguos apoyos ha ido a la abstención. González dejó claro, con el informe que entregó a los miembros de la ejecutiva, que la primera causa de desafecto ha sido la corrupción, seguida de la crisis económica y un tercer fenómeno: la creencia de que los socialistas "no han cumplido lo que prometieron hace un año".

El cierre de filas en torno a González conseguido por él líder de IU lo remachó el secretario de organización, Ciprià Ciscar, al terminar la reunión: "IU y el señor Anguita plantean dificultades muy serias para poder pactar con ellos".

Una vez zanjado este asunto, dirigentes de la ejecutiva reconocieron que el problema no está ahora en seguir analizando las causas de la derrota, sino poner remedio. Ayer, durante la reunión, se esbozó una primera respuesta política global, sintetizada en un documento de media docena de folios que los miembros de la ejecutiva moverán y removerán desde hoy hasta el comité federal del viernes.

"Todo, menos pararse y pensar que no ha pasado nada, porque sí ha pasado y muy grave", señalaba un dirigente renovador, preocupado ante la posibilidad de que los ciudadanos, de aquí a las elecciones municipales y autonómicas, no perciban ni la voluntad de cambio ni los aciertos de gestión de los socialistas.

El PSOE y el Gobierno abordarán el próximo otoño, como punta de lanzamiento para una gestión todavía inédita en lo que se refiere al desarrollo del programa electoral, un plan con los siguientes puntos: actuaciones contra la corrupción allí donde aparezca, medidas que vayan favoreciendo la recuperación económica, y desarrollo autonómico y de libertades. En estos ámbitos se confía en que sea el propio González quien las presente, después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en el Parlamento, y, a ser posible, bajo la fórmula de la cuestión de confianza.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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