Belloch da un fuerte impulso a la reinserción al conceder la semilibertad a 12 presos de ETA

El Ministerio de Justicia e Interior ha decidido impulsar durante los últimos tres meses la política de reinserción de presos de ETA, lo que ha supuesto la semilibertad para 12 de ellos. En total, más de 30 antiguos activistas disfrutan ya de esta situación. La vía para darles salida ha sido concederles el tercer grado penitenciario. El último en conseguir este beneficio ha sido Ignacio Apiláñez Olalde, condenado a más de 100 años de reclusión por delitos de sangre. Fuentes penitenciarias han anunciado que en los próximos días puede adoptarse la misma decisión en otros dos casos.

La reinserción de presos etarras había quedado paralizada prácticamente desde que el anterior responsable de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, concedió en octubre de 1992 el régimen abierto a los históricos Isidro Etxave Urrestrilla y Juan Antonio Urrutia Aurtenetxe y tres meses después hiciera lo mismo con Guillermo Arbeloa. Antes se le había otorgado esta condición a Manuel Azcárate por su delicado estado de salud.Pese a la oposición del PP y de algunos grupos sociales, el Gobierno continuó tímidamente con su política de reinserción de ex terroristas. Con la aprobación del Juzgado de Vigilancia penitenciaria, en 1993 vieron suavizado su régimen carcelario Sabino Álava Garcia Yolanda Aldama Parra, José María Aracama Imaz, Mikel Asnariz Dicastillo, Igor Casas Núñez y Jesús María Larzabal Bastarrica. Juan Lucha García obtuvo el pase al tercer grado (ir a la cárcel a dormir) el 12 de enero pasado.

Número "significativo"

La política de reinserción se acelera con la llegada a la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios del equipo que dirige Paz Fernández Felgueroso. Hace poco más de un mes, ésta reveló que estaba estudiando que un número "significativo" de presos terroristas pudieran acceder al régimen de semilibertad. La máxima responsable de las prisiones advirtió que esta medida no supone una "reinserción global", sino individualizada.

El anuncio de Fernández Felgueroso, con el respaldo del ministro de Justicia e Interior, Juan' Alberto Belloch, se está cumpliendo. "Desde la pasada Semana Santa, está habiendo un goteo continuo de concesiones de tercer grado", afirman fuentes penitenciarias, que estiman que en lo que va de año una docena de presos terroristas disfruta del nuevo régimen carcelario. Antes de agosto es probable que esta cifra se eleve a 17, según los mismos medios.

Entre los últimos beneficiados por las medidas de reinserción, con el visto bueno de la autoridad judicial, están Francisco Javier Burguete Gallego, Ramón Zapirain Telletxea y Joaquín Zubillaga Artola, que obtuvieron el tercer grado el pasado 13 de abril. Ángel Hernández Tiemblo lo consiguió en mayo, igual que Fermín Elizetxe Ezkurra, ex miembro del comando Nafarroa, mientras que José Ramón Bidaburu Otaduy, lo logró el 1 de julio.

Hace unos días, Ignacio Apiláñez se ha sumado a la lista de los reclusos a los que Justicia e Interior ha facilitado el camino para normalizar su vida. Recluido en Martutene (San Sebastián), está condenado a más de 100 años de prisión, acusado del asesinato de los guardias civiles Juan Marcos González y Miguel Ángel íñigo, el 9 de mayo de 1978 en San Sebastián.

Pero Apiláñez no será el último en 'ver modificada su situación carcelaria, según estiman fuentes penitenciarias. Es probable que esta semana se conceda el tercer grado a otros dos activistas de ETA, sin que se sepa si entre ellos está el expolicía autonómico Sueskun, condenado a tres penas de 20 años de privación de libertad.

La gran difusión que se ha dado al caso Sueskun supone una contrariedad para Belloch, que desea llevar todo el proceso con la máxima discreción para, evitar que se le acuse de realizar una amnistía camuflada".

La semana pasada, el consejero vasco de Interior, Juan' María Atutxa, se reunió en Madrid con Fernández Felgueroso. El encuentro, al que no se dio publicidad, fue "meramente protocolario" según fuentes del departamento. Medios oficiosos están convencidos de que trataron de la política de reinserción y del traspaso de la gestión de las prisiones al Ejecutivo vasco.