La apoderada del PP declara que la estampilla de Ballarín podía cogerla cualquiera en Génova,13
El diputado regional José Antonio Bermúdez de Castro -que fue responsable del voto por correo del PP en las anteriores elecciones locales- dejó plantado ayer al juez Rafael Mozo. El magistrado le había citado como inculpado en relación con las presuntas irregularidades en la tramitación del voto por correo en Madrid en esos comicios. Quien sí compareció fue María Antonia Astudillo, una de las personas que efectuaron en nombre de miles de electores los trámites supuestamente irregulares. Esta apoderada del PP declaró que la estampílla del notario Alberto Ballarín utilizada para los votos -a la que se añadió la firma falsa del fedatario- estaba en la sede del PP y cualquiera podía cogerla.
Juan Ramón Montero, abogado del PP, justificó la ausencia de Bermúdez de Castro en qué la citación judicial, dijo, le había llegado sólo unas horas antes de la fecha en que debía declarar.El juez Rafael Mozo firmó un escrito el 8 de julio en el que reclamaba al procurador que trabaja para el PP, Argimiro Vázquez Guillén, el domicilio de Bermúdez de Castro. En el mismo escrito exhortaba al procurador para que comunicase al diputado que debía comparecer en su juzgado el 15 de julio -ayer- a las nueve y media de la mañana. Ante la ausencia, el magistrado Rafael Mozo volvió a citarle ayer, en esta ocasión para el próximo martes.
"Vaguedades"
María Antonia Astudillo, hermana del concejal de Madrid Gabriel Astudillo, del PP, acudió al juzgado acompañada de su abogado, ya que, al igual que Bermúdez de Castro, había sido citada como imputada. Y salió indignada del juzgado, tras prestar declaración durante poco más de media hora.
En su comparecencia ante el juez se limitó a decir "vaguedades", según interpretó Juan Francisco Pla, personado en el caso en nombre de Izquierda Unida (el PSOE no se personó en la causa).
En las pasadas elecciones municipales se tramitaron miles de votos postales vulnerando, presuntamente, la ley. Y ello se hizo en la sede central del PP, en la calle de Génova, 13, como demuestran los documentos del voto postal que conservó Correos y que están a disposición del juez.
Además de esas irregularidades, según IU, se falsificaron, supuestamente, más de 3.000 rúbricas del notario Alberto Ballarín, un número indeterminado de firmas de votantes y también los certificados médicos que justificaban la invalidez de personas perfectamente sanas con objeto de que pudieran delegar en el PP el trámite del voto por correo. En las diligencias figuran, entre otras supuestas anomalías, electores que votaron por correo sin saberlo. "Esto es un rollo, que sólo sirve para hacer perder el tiempo a la gente", comentó Antonia Astudillo al salir del juzgado, enojada. "El juez" agregó, "no tiene nada contra mí ni contra nadie, por eso debe archivar la causa".
Según el abogado de IU, presente en el interrogatorio, el fiscal preguntó a Astudillo sobre las personas que utilizaron en la sede del PP la estampilla del notario Ballarín para legitimar los votos postales. Astudillo contestó que no lo sabía. "Estaba allí [en la sede del PP] y cualquiera podía cogerla", aclaró. ¿Estuvo usted presente durante las gestiones que se hacían para legitimar los votos postales?, inquirió Juan Francisco Pla, abogado de IU: "Unas veces sí, y otras no", respondió Astudillo. ¿Quién dio las instrucciones a los voluntarios sobre cómo había que gestionar el voto por correo?, preguntó también Pla. "Nadie: todo el mundo llegaba allí y se ponía a trabajar", repuso. Además del abogado personal de María Antonia Astudillo, al interrogatorio asistió también el letrado que representa al PP en estas diligencias, Juan Ramón Montero.
Montero explicó: "Nos sorprende que se nos vuelva a citar a declarar en un procedimiento que ya creíamos agotado. De todo lo actuado, en ningún modo se desprende ningún tipo de actividad que se pueda considerar delictiva".
-Lo que sí parece que está comprobado es que en el PP se falsificó la firma del notario Ballarín en varios miles de votos -le comentó un periodista al letrado.
- Si realmente existió esa falsificación, no está constatada; pero en cualquier caso lo que no existe es una falsedad ideológica.
- El presidente de una mesa electoral que no tenía previsto votar se enteró allí mismo de que alguien había votado pbr él a través del PP, falsificando incluso su firma.
- Es un caso muy concreto; y quien llevó el voto [a Génova, 13] fue su madre. Yo estoy contratado por el PP para averiguar si hubo alguna falsificación y, en ese caso, quién la hizo, si es que se hizo.
- ¿Después de tres años no ha descubierto aún nada, a pesar de que Ballarín ha reconocido ante el juez que su firma fue falsificada?
- Seguimos investigando; aparte de que un oficial de la notaría tiene declarado que, como firma tantas veces al día, no es la primera vez que Ballarín no reconoce una firma suya.
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