Pyongyang reanudará el diálogo con EE UU y Seúl
Corea del Norte, a punto de completar la transferencia de poderes tras la muerte del presidente Kim Il Sung, tomó ayer la iniciativa para continuar los contactos diplomáticos con Estados Unidos y Corea del Norte, interrumpidos tras el fallecimiento del llamado Gran Líder. Radio Pyongyang, la radio oficial, difundió ayer que el régimen norcoreano mantendrá contactos con Estados Unidos la próxima semana en Nueva York con vistas a reanudar a alto nivel las negociaciones de Ginebra sobre el programa nuclear norcoreano.Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense declaró ayer en Washington que Estados Unidos está dispuesto a reanudar las conversaciones sobre el programa nuclear norcoreano inmediatamente.
Los contactos en Ginebra fueron suspendidos por el fallecimiento de Kim Il Sung, lo que obligó al jefe de la delegación norcoreana, el viceministro de Asuntos Exteriores, Kang Sok Ju, a regresar a su país.
Mientras, dos inspectores internacionales continúan inspeccionando plantas nucleares en Corea del Norte, y su trabajo no ha resultado afectado por los acontecimientos que vive el país.
El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) indicó ayer en Viena, donde tiene su sede, que un nuevo experto llegó el martes al complejo atómico de Yongbyon para reemplazar a uno de sus colegas. El equipo de inspectores trabaja de forma rotatoria y el OIEA los sustituye cada tres o cuatro semanas.
Cumbre presidencial
El régimen de Pyongyang también reanudará negociaciones con el Gobierno de Seúl hacia finales de mes para preparar la cumbre entre los presidentes de los dos países que estaba prevista en la capital norcoreana para el próximo día 25, y que es considerada como una gran oportunidad para poner fin a la rivalidad entre las dos partes desde la división de Corea en 1945. Tras la muerte de Kim Il Sung, el Gobierno norcoreano notificó a Seúl su deseo de posponer la cumbre.Las señales procedentes de Corea del Norte apuntan al deseo de que el encuentro de los dos presidentes se celebre, rápidamente, aunque el Gobierno surcoreano preferiría retrasarla ahora al menos tres meses para dar tiempo a que se consolide la nueva situación en Pyongyang.
El Gobierno de Seúl cree que el nuevo líder norcoreano, Kim Jong Il, hijo del dictador fallecido, quiere agilizar la celebración de la cumbre para consolidar y legitimar su posición como heredero de su padre a los ojos de Corea del Sur y de la comunidad internacional.
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