17 heridos en reyertas empapadas de sudor
Sólo se salvó una familia -y por los pelos- de pasar por el hospital, la comisaría o la casa de socorro. Desde la tórrida tarde del lunes hasta la calurosa madrugada del martes, Madrid vio como sus vecinos se peleaban; que conste en los anales policiales, hubo 12 reyertas, 17 heridos y... 23 grados de temperatura como mínimo. Cuarenta, como máximo.A la Policía Municipal, que intervino en siete de las reyertas, le parecen demasiadas peleas, según comentaba ayer un portavoz; al Cuerpo Nacional de Policía, que tiene noticia de otras cinco riñas, no le altera. "Lo raro es que estas cosas acaben con un herido grave, nada más", indicaron en el gabinete de prensa. La tarde del lunes comenzó con un hombre de 55 años, vallecano, que llegó a casa borracho sobre las 15.00 y se enzarzó en una riña con su hermano, de 47 años, quien recibió una puñalada leve en el pecho. Llegó la medianoche con una nariz rota, la de un camarero de la Costa Castellana, por el puñetazo que le dio un cliente que, además, se fugó. La trifulca que tuvo menos consecuencias ocurrió en el barrio del Corralejo, una colonia de chalés y casas bajas cercana a Barajas. Dos niñas jugaban a la puerta de su casa cuando el vecino de arriba les tiró agua. El padre de las chavalas, Manuel, se enfebreció y le arrojó un cubo de agua al primero y éste bajó, barra de hierro en mano, mentándole a la madre. No faltaron un par de macetas por el aire que a punto estuvieron de causar más de un herido.
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Dos familias de un barrio de Barajas se enredan en una trifulca con cubos de agua y macetas
VIENE DE LA PÁGINA 1Manuel y Elvira, su señora, tomaban el fresco al caer la tarde del lunes frente a su casita mientras las hijas, Trini, de 11 años y Noelia, de seis, jugaban a venderle a su padre unas muestras de tapicerías que habíad encontrado en la calle.
La abuela, Trinidad, de 80 años, reposaba la pierna sobre el sofá donde estaba sentado el matrimonio. Días antes se había caído y tenía una gran herida en la espinilla. Un par de chorros de agua cayeron del segundo piso y hasta mojaron la llaga de la abuela, según recordaba ayer la familia.
-Cogí un cubo de agua y se lo tiré, -cuenta Manuel, un hombre de espaldas anchas, pelo canoso y tez curtida, empleado de un hotel- y el otro [José Carlos P.] bajó con un hierro, que me iba a matar y que era un hijo de puta. Yo hice mal, porque me acordé de su padre, que está muerto...
Total, que el vecino volvió a subir y tiró un par de macetas, que se estrellaron en el callejón. Un trozo le dio al abultado tobillo de la madre y la tierra saltó al ojo de la hija pequeña. Por entonces ya estaban todas las mujeres llorando y Manuel avisó a la policía municipal, que puso paz en la pelea.
Dos películas
"Mi mujer lloraba y decía, 'no lo denuncies, Manolo', así que no le denuncié, pero si le llega a pasar algo a mis hijas...". Las hijas, rellenitas y parlanchinas, no durmieron casi, a Trini aún le dolía ayer el estómago; los boquerones fritos de la cena se quedaron en el plato y al padre le sorprendió la madrugada en el callejón, fumando y bebiendo agua, del puro disgusto.
"Encima, cuando estaba aquí la policía, se oyeron gritos. Parece que tiraron clavos, porque es que las motos pasan haciendo mucho ruido por aquí y se pinchó la rueda de la moto de un chaval... así que los vecinos dicen que. anoche [por la noche del lunes] vieron dos películas...
Hubo al menos 11 películas más, bañadas en el ambiente asfixiante que vive Madrid en los días más calurosos del año. Petra M. M., de 75 años y su hermana Juliana, de 63, vecinas del barrio de las Letras, estaban pegándose a las 19.30 en el paseo del Prado esquina con la calle de Felipe IV cuando llegó la Policía Municipal. Las dos mujeres, con magulladuras leves, se negaron a ser asistidas y fueron trasladadas a la comisaría de Retiro.
Más heridos
A la misma hora, en una casa del barrio de Chamartín, Eugenio M., de 61 años, y su hijo, de 32, resultaron heridos por los hermanos José y Julio M. R., de 56 y 58 años respectivamente; la causa fue una diferencia por un tema de la comunidad de vecinos, según contó la policía. Los hermanos fueron detenidos.
Ya de noche, María Teresa A. M., de 66 años, se peleaba con Francisco L.B., de 63. La cálida madrugada produjo 10 heridos más aunque sólo en una reyerta en la Gran Vía, a las 4.00, brillaron las navajas.
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