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La 'confesión' de De la Concha condena a Rubio, pero, le exime de delito de tráfico de influencias

El presidente de la comisión Rubio, Jon Zabalía, dio ayer por casi concluidas las investigaciones sobre las actividades de Mariano Rubio cuando fue gobernador de¡ Banco de España, entre julio de 1984 y julio de 1992. "Poseemos los suficientes datos, salvo algunos pequeños cabos que hay que atar, para ver resuelto el caso", declaró el diputado del PNV. El testimonio de Manuel de la Concha, ex síndico de la Bolsa de Madrid, ha confirmado que Rubio jugó en Bolsa y fue socio de una trama de sociedades instrumentales. "Eso en su caso no es presentable, es intolerable", dijo Zabalía. Pero si todo hace indicar que De la Concha ha condenado, al menos moralmente, a su viejo amigo, también lo es que le ha exculpado de algo todavía más censurable: el posible uso de información privilegiada y tráfico de influencias. Sólo podrá acusársele de fraude fiscal.

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Pero la explícita declaración de De la Concha, además de condenar moralmente a Rubio, ha servido también para enmarañar aún más la comprensión de lo que fue el nacimiento del Grupo lbercorp -origen del escándalo sobre el enriquecimiento irregular de Rubio- y para alejar de posibles responsabilidades fiscales al resto de los socios que participaron, junto al ex gobernador y De la Concha, en la compra de Sistemas AF y su p9sterior salida a Bolsa.El ex síndico no dudó en cambiar en el Parlamento su anterior declaración ante el juez José Emilio Coronado. Lo contó todo. Según fuentes de la comisión, no se necesitó otra cosa que De la Concha recuperara la libertad para que recuperara también la memoria. Así, de decir el 29 de junio ante el juez que "el señor Rubio confunde dos operaciones completamente distintas, como son la compra de Sistemas AF y la posterior colocación en Bolsa de la misma a través de terceras personas, momento en que el señor Rubio pudo intervenir", en su comparecencia ante el Congreso, los días 7 y 8, dijo que Rubio participó desde el principio en la compra y la posterior salida a Bolsa de Sistemas AF.

Aclaró que lo hizo a través de dos sociedades: Scipio, en la que Rubio tendría un 40,75%, y Urbiplaner, donde también participaría como socio de Juan Antonio Ruiz de Alda, ex subgobernador del Banco de España fallecido en accidente en 1988.

De esta manera, Rubio habría obtenido su dinero no declarado a Hacienda -135 millones- mediante una operación bursátil no ilegal pero reprobable éticamente, como reconocen algunos miembros de la comisión, y se alejaría la posibilidad de que el juez, como pide la acusación particular, investigue otros posibles delitos, sobre todo de tráfico de influencias, en la obtención de ese dinero.

El problema surge cuando se intentan comprender las vagas explicaciones que los diputados dan sobre lo que contó Manuel de la Concha en la comisión. La primera duda es cómo se pasa de una compra -la de Sistemas AF-, realizada por una sola empresa -Traya-, a otra situación en la que, según De la Concha, las acciones de Sistemas pertenecen, en partes iguales, a tres sociedades distintas: la propia Traya, Urbiplaner y un broker inglés del que, por su propia definición de broker, se hace dificil creer que pudiera haber invertido por cuenta propia comprando un tercio de una sociedad.

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De la Concha explicó que "el riesgo que se corría en la operación de compra de Sistemas AF era elevado y ello les llevó a los socios iniciales a repartirlo con otros inversores". De ahí habrían surgido Urbiplaner y el intermediario inglés. El riesgo real que se corría en la operación era de 244 millones de pesetas, ya que el resto del precio de compra de Sistemas AF, 1.400 millones, era un crédito concedido a Traya contra las propias acciones de Sistemas AF.

El riesgo de esos 244 millones se repartió en un 50% para Jaime Soto, a través de PC Slave; en un 30,2% para De la Concha, a través de Western. Hidrocarbons, y en un 19,8% para Juan Antonio Ruiz de Alda, y es posible que Rubio, a través de Scipio.

Traya vende

De repente, Traya vende -sin que se tenga constancia documental de ello y según habría declarado De la Concha- dos tercios de Sistemas AF: uno va a Urbiplaner -sociedad desconocida para Hacienda pero de la que, según De la Concha, estarían detrás Juan Antonio Ruiz de Alda, Mariano Rubio y otros socios- y otro a Singer and Fried Lander LTD, broker con el que el Grupo Ibercorp, trabajó en numerosas ocasiones.

Urbiplaner vendió inmediatamente, según los libros de Manuel de la Concha, algo más de su tercio de acciones. Lo hizo el 8 de noviembre de 1986, antes de empezar a cotizar en Bolsa las acciones de Sistemas, que lo hicieron el 20 de diciembre de ese ano, y a un precio total de 1.207,5 millones de pesetas, según consta en los informes de Hacienda. Esta cifra es algo inferior a los 1.476 millones que Traya pagó al Banco Urquijo Unión el 20 de noviembre de 1986 para pagar el crédito total que se le había concedido para comprar las acciones de Sistemas AF.

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