Los trabajadores de Gillette rechazan el plan alternativo de Index

La asamblea de trabajadores de la fábrica de Gillette en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira, que será abandonada en breve por la multinacional norteamericana, rechazó ayer el plan alternativo presentado por el grupo inversor Index, que prevé la utilización de la nave para instalar una factoría de elementos de plástico y caucho. El mencionado proyecto prevé que los trabajadores aporten un 5% de su indemnización para financiar las nuevas instalaciones.

Este aspecto ha sido el principal argumento para que la plantilla de Gillette rechazara el plan de Index, tres días antes del plazo establecido por la multinacional norteamericana para recibir una respuesta a la oferta y a una semana de la fecha barajada para comenzar a desmantelar la factoría que actualmente emplea a 242 personas.El plan Index, un grupo inversor con sede en Barcelona y que participa en empresas del sector inmobiliario, médico, de seguros y ocio, prevé la contratación de 80 trabajadores hasta 1995 a los que se sumarían otros 43 durante 1996. Esta plantilla mantendría los salarios congelados durante dos años a partir de los cuales se proponen subidas de un 2% por debajo del IPC. La inversión prevista por el grupo asciende a 2.125 millones de pesetas, de los que la Junta de Andalucía aportaría entre un 10% y un 15%. Index prevé que 738 millones sean aportados por los trabajadores con un porcentaje de sus indemnizaciones.

Los trabajadores, afectados por el cierre de una factoría que el año pasado obtuvo 400 millones de beneficio, dijeron ayer que la propuesta implica "pagar por trabajar" y renunciar a la situación laboral alcanzada en Gillette.

Los trabajadores, tras rechazar el plan, aseguraron que estudiarían alternativas para continuar las negociaciones al margen de las fechas propuestas por la empresa.