El asalto a un furgón blindado en Barcelona fue obra de los GRAPO
La Guardia Civil ha identificado las huellas dactilares de dos conocidos terroristas de los GRAPO en el automóvil que utilizaron para huir los cinco atracadores que en la noche del viernes 1 de julio asaltaron un furgón de seguridad de la empresa Prosegur en Sant Quirze del Vallès (a unos 30 kilómetros de Barcelona). Se trata de Fernando Silva Sande y Enrique Cuadra Echeandía, a quienes se considera como los principales dirigentes de la banda en la actualidad.Silva, de 40 años, participó en los secuestros de Antonio María Oriol y Emilio Villaescusa. Se le atribuyen también varios asesinatos. Fue detenido en Madrid en octubre de 1990, pero se escapó de la cárcel de Granada a finales de mayo de 1992.
Silva y Cuadra participaron en el atraco a los guardas jurados que habían recogido la recaudación de los almacenes Galerías Preciados de Barcelona, en enero de 1993. También se les relaciona con al atraco frustrado a otro furgón blindado de Prosegur en Zaragoza, en abril de 1993, en el que murieron tres terroristas y un empleado de la empresa de seguridad.
El automóvil utilizado para el atraco de hace siete días, un Ford Escort gris metalizado, fue localizado por la policía en la ciudad de Sabadell, muy cerca del lugar del asalto. A las 23.30 del viernes de la semana pasada, un furgón de Prosegur se disponía a recoger la recaudación de un centro comercial situado en Sant Quirze del Vallès cuando los atracadores colocaron una carga explosiva bajo el vehículo blindado, que al explosionar causó heridas a un vigilante jurado.
Los asaltantes se apoderaron de varias sacas que contenían 25 millones de pesetas, procedentes de la recaudación de varias empresas, y emprendieron la huida. En el automóvil localizado en Sabadell dejaron abandonadas 25.000 pesetas.
Coche dirigido
En un primer momento, la Guardia Civil atribuyó el atraco a una banda de delincuentes comunes, porque los asaltantes habían utilizado una sola pistola y los cinco habían huido en un único automóvil. Pero el análisis del artefacto utilizado hizo recaer la sospecha en los GRAPO.La carga explosiva, casi un kilogramo de pentrita, había sido trasladada bajo el furgón blindado mediante un coche en miniatura dirigido por control remoto. Una precaución adoptada tras lo sucedido en Zaragoza más de un año antes. En aquella ocasión también utilizaron una carga explosiva colocada bajo el furgón blindado, pero les estalló en las manos y tres de los asaltantes fallecieron. La explosión mató también a un empleado de Prosegur e hirió de gravedad a otros dos vigilantes jurados.
El nuevo jefe superior de Policía de Barcelona, Túbal Fernández, que ayer tomó posesión de su puesto, confirmó la autoría de los GRAPO y señaló que esa banda posiblemente tiene infraestructura en Cataluña.
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