El Gobierno cree que este se creara empleo, por primera vez desde 1992

La reforma laboral y la mayor actividad económica permitirán este año, por primera vez desde 1992, un "ligero" crecimiento del empleo. Así se recoge en el nuevo programa de convergencia que hoy aprueba el Consejo de Ministros. El Gobierno es también optimista respecto del año próximo, ya que eleva al 2,8% el crecimiento previsto y sitúa en el 1,5% el incremento del empleo. La deuda pública (el 60,7% del PIB ya en 1994) y el déficit (4,7% en 1996) superarán, por el contrario, los objetivos de convergencia europea.

El Gobierno ha decidido conjurar los fantasmas del pasado aprobará hoy un nuevo programa de convergencia (1994/1997) que incluye previsiones sobre el empleo. El mayor ritmo de crecimiento de la economía y las ganas de lanzar mensajes positivos han salvado las reticencias del Ministerio de Economía, motivadas por fracasos anteriores en las previsiones y por la incertidumbre sobre los efectos de la reforma laboral.Aunque en el cuadro macroeconómico para 1994 se mantienen las mismas previsiones que las contenidas en el presupuesto aprobado a finales del pasado año, en el texto que lo acompaña se apunta que la economía puede crecer dos décimas por encima del 1,3% inicialmente estimado. Se explica también que la reforma laboral permitirá rebajar en un punto el nivel que hasta ahora necesita la economía española para crear empleo (desde el 2,5% hasta el 1,5%).

Si la economía crece realmente a final de año a un ritmo del 1,5%, será posible dar la vuelta a la tortilla y pasar de un descenso del 0,7% en el empleo -83.000 puestos- a una creación neta en media anual. El documento que hoy aprueba el Gobierno no cuantifica al respecto sino que habla de una "ligera creación neta de empleo". Tanto expertos Privados como algunos organismos internacionales comparten el criterio de que el ritmo de actividad económica es ahora superior al inicialmente previsto.

En esta línea, la revisión del programa de convergencia apuesta por que en los próximos tres años la economía española recuperará las tasas de crecimiento de principios de los noventa. Para el año que viene, el Gobierno ha elevado la previsión de crecimiento inicialmente estimada en el 2,6% hasta el 2,8%, lo que permitirá un crecimiento del empleo del 1,5%. Para los dos años siguientes, el promedio es del 3,9% en el PIB y del 2,6% en el empleo.

En cuanto a la inflación (índice de precios al consumo), el Gobierno mantiene sus cautelas respecto de lo que ocurrirá este año y el próximo. La previsión es que se sitúe al final de 1994 en el 4,2% (3,5% de objetivo inicial) si los precios de los productos agrarios se contienen. En este caso, el objetivo -calificado de "ambicioso" por fuentes del Ministerio de Economía- se situará en el 3% para 1995. Si no es así, se volverá a una previsión del 3,5%. La decisión definitiva se adoptará hacia el próximo mes de septiembre.

Presentación en Bruselas

Aunque hoy el Gobierno dará a conocer las líneas maestras del nuevo programa de convergencia, su contenido concreto no se divulgará hasta mediados de la próxima semana. Entonces se enviará a las Cortes y la semana posterior se debatirá en el Parlamento. El documento se remitirá también en los próximos días a Bruselas para que se dictamine en el mes de septiembre. El programa de convergencia servirá para valorar las posibilidades de la economía española de entrar en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria que supondrá la adopción de una moneda única.

Estos criterios no se cumplen, según reconoce el Gobierno, en cuanto a la deuda pública y el déficit. El documento que se aprueba hoy prevé que el saldo de la deuda pública rebase el 60% del PIB ya este año (en concreto, el 60,7%) frente al 55,8% de 1993. El déficit del Estado, la Seguridad Social, las comunidades autónomas y los ayuntamientos también superará el criterio de convergencia en 1996 (3% del PIB). No obstante, se llevará a cabo un "importante" esfuerzo de reducción -criterio de convergencia que también se valora- desde el 7,3% del PIB en 1993, hasta el 4,7% en 1996 y el 3,4% en 1997.

Ésta es la razón por la cual el año próximo se aprobará un presupuesto "muy restrictivo", según se recoge en las cifras que ahora se discuten. El mensaje es que un mayor crecimiento económico debe servir para reducir el déficit y no para aumentar el gasto.