"Para muchos exiliados, Madrid es España"

Sergio Cabrera (Colombia, 1950) está hecho un manojo de nervios desde su llegada a España; tiene motivos de sobra, su segundo proyecto cinematográfico, La estrategia del caracol, se estrena esta noche en España precedida por los premios a la mejor película en las últimas ediciones de los festivales de Biarritz, Huelva y Valladolid. Pero sus nervios tienen otra raíz; el reencuentro con el pasado hijo de actores republicanos que huyeron de Madrid al acabar la guerra, retorna a la ciudad con una película sobre la solidaridad colectiva protagonizada por su propio padre. Quizá algún día sus descendientes emprendan una aventura aún más ambiciosa: la de contar la camaleónica historia de un hombre de 44 años, filósofo, militante maoísta durante una década en China, anarquista convencido, productor, publicista y director.Pregunta. La estrategia del caracol está poblada por variopintos personajes, ¿cómo la define?

Respuesta. Quizá como un fresco, es la historia de muchas personas que coinciden en un mismo punto de solidaridad. Es casi como un país chiquito, donde están representadas las personas del mundo donde yo me muevo, cada personaje esconde muchos otros y muchos sentimientos. Y es también la historia de un español en Colombia; pero la historia contada, desde nuestro punto de vista, no es la historia del exilio, sino de un exiliado que tiene un sueño y logra cumplirlo. Desde ese punto de vista, volver a Madrid, que para muchos republicanos exiliados es España, es emocionante...

P. Su padre es a la vez el protagonista principal, ¿desde que concibió la película, el protagonista, don Jacinto, ha sido pensado para él?

R. Sí, el personaje fue escrito para mi padre; se lo debía. La historia está respaldada por la memoria de lo que ha sido, por su lucha, sus años de militancia y de guerrillero republicano y, sobre todo, por su deseo inmenso de mejorar el mundo. La estrategia... es la historia de muchas personas y, entre ellas, el estratega que es mi padre...

P. La estrategia... podrá figurar en los anales del cine como una de las películas que más tardó en rodarse, cuatro años, y al final fue Gabriel García Márquezquien le dio el empujón final...R. Sí, es verdad. Yo estaba ya desesperado por poder terminar de posproducir la película con la que llevaba tanto tiempo. Se me había acabado el dinero varias veces y otras tantas la había interrumpido. Un día estaba con Álvaro Mutis y Gabo [García Márquez], y éste me dijo que quería verla, después me dijo que le gustaba mucho y que estaba loco si no la acababa. Así que decidí acabarla...

P. ¿Le ha sorprendido la acogida europea?

R. Ha sido emocionante en Valladolid, en Huelva, en Venecia... Pero donde más me ha sorprendido este recibimiento ha sido en Berlín, quizá porque uno espera un público alemán frío ante cuestiones como las que yo planteo. Pero también puede ser por todo lo contrario, que públicos tan diferentes compartan un mismo sentimiento...

P. ¿A qué atribuye el auge actual del cine hispanoamericano en Europa?

R. Quizá a que reivindica, un poco, la presencia del cine en la sociedad, y porque, de alguna manera, recupera el romanticismo perdido. Reivindico la idea de hacer películas para que, como ocurría antes, el público vuelva a emocionarse...

La estrategia del caracol A las 22.00. Preestreno en el cine Palafox. Desde mañana estará en las carteleras de Madrid.