Obvio
Discusión con los amigos sobre si es o no preciso entrar en lo obvio para fijar las posiciones propias. La exigencia de algunos se basa en una necesidad: encontrar en lo publicadoel reflejo de lo que cada uno piensa. Lo escrito, esa forma del lenguaje, es uno de los territorios de la reflexión, pero, sobre todo, de la afirmación.
Volvemos al confortable lugar, al hogar. Cualquiera puede distinguir la evidencia de nuestros gestos; reconstruir, como si de un esqueleto de dinosaurio se tratara, la opción política o estética de cada uno. Es el examen tipo test, la objetividad: qué hay de la OTAN (uno tiene que decir que no), de Chiapas (hay que estar a favor de los indios armados).
¿Lo que has dicho, lo que has escrito, era en serio o en broma? Los reyes son los padres, hombre, todo era una broma. 0 sea, que el territorio del entendimiento parece ser el de lo obvio. ¿Pero no es lo obvio lo de Yugoslavia? ¿No es lo obvio la ausencia de matiz, de ironía, lo que lleva al irreductible afán, a la afirmación sin bordes, al proyecto sin fisuras? La posición inequívoca, confortable, el territorio de la palabra de sentido unívoco.
El tendido del siete en la plaza de toros de Madrid. Antes de que el bicho se haya desentumecido florecen los pañuelos verdes, o sea, Ramallo y Trillo. O el fiscal que dice que no hay saña del violador que asesta 11 puñaladas. En su férrea cabeza. la frontera de la saña estará en 12 puñaladas, 12. Un violador viola y apuñala con normalidad hasta 11 veces. Lo que pase de ahí es saña.
El territorio de lo obvio es la antesala del enfrentamiento, la definición de posiciones. La ley del aborto es oportunista, como los toros de Franco el Primero de Mayo. Menos para las tías que quieren abortar. Pero ésas son pocas y su problema sí que es obvio.
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