¿Se repetirá la historia?

La historia se repite. En el Mundial de 1986, la selección mexicana de Bora Milutinovic se enfrentó a Bulgaria en los octavos de final y, tras vencerles por 2-0, pasó a disputar los cuartos de final ante Alemania. Después de un empate a cero, fue derrotada por 4-1 en la tanda de penaltis. México, si vence a Bulgaria esta tarde en el Giants Stadium de Nueva Jersey, recibirá en el mismo escenario a la renqueante Alemania de Berti Vogts.Se enfrentan los dos azotes de la clase arbitral española, Hristo Stoichkov y Hugo Sánchez. Hugo es el único superviviente mexicano del encuentro de 1986, mientras el portero Mihailov y el delantero Sirakov participaron por parte búlgara.

"Lo que aspiro es a jugar", repite Hugo una y otra vez, discrepando con los críticos, convencidos de que la selección ha mejorado a partir de su exclusión después de la derrota inicial ante Noruega.

"El banquillo me va muy mal", insiste. La aja de Hugo ha coincidido con la eclosión de un Luis García que presume de haber "macado más goles que nadie dentro de una campaña muy negativa en el Atlético de Madrid".

La actualidad búlgara puede propiciar el regreso de Hugo. La selección de Dimitar Penev se ha instalado en el hotel de Princeton dejado vacío por los noruegos, y trabaja para paliar la ausencia por sanción de tres importantes peones defensivos, Ivanov, lankov y Tzvetanov. "La verdadera Bulgaria", dice Penev, "es la selección que ha conseguido las dos primeras victorias de nuestra historia en los Mundiales ante Grecia y Argentina. Hemos recibido muchas noticias desde Sofía sobre la euforia en las calles, y nos anima el apoyo de un público que no siempre ha estado de nuestro lado. Ahora tenemos un conjunto serio en defensa, físicamente preparado y bien plantado para aprovechar los talentos de Stoichkov, Kostadinov y Sirakov, una delantera que no cambiaría por ninguna de este Mundial".