Activistas kurdos atacan a la policía alemana en represalia por la muerte de un joven
La muerte, al parecer accidental, de un joven kurdo de 16 años durante un forcejeo con policías alemanes de paisano, ocurrido en la madrugada del viernes en Hannover, desencadenó una ola de atentados durante el fin de semana contra. instalaciones y vehículos policiales en diversos puntos del país. Al mismo tiempo en Hamburgo, unos desconocidos incendiaron un centro cultural turco y en Hannover trataron de quemar una mezquita.
Las circustancias de la muerte del joven kurdo en Hannover son confusas. Según la versión oficial, una patrulla de policías de paisano sorprendió al adolescente, mientras pegaba carteles de una organización vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido bajo la acusación de terrorismo. Al intentar detenerlo se produjo un forcejeo y a uno de los policías se le disparó el arma, que llevaba sin seguro. El joven murió y el policía sufrió un ataque de nervios.Otra versión, procedente de los turcos, asegura que existen testigos que afirman haber visto cómo el policía disparó por la espalda al joven cuando éste intentaba huir. Existen también dos versiones sobre la identidad del joven muerto. Una, que era un asilado político. Otra, que se trataba de un residente ilegal.
Mientras los tribunales se encargan de aclarar el asunto, algunos compatriotas del fallecido han empezado a tomarse la justicia por su mano. La manifestación de protesta, a la que acudieron el sábado varios centenares en Hannover, transcurrió sin incidentes. No sucedió lo mismo en otros estados, sobre todo del norte de Alemania, donde se cometieron atentados contra instalaciones y vehículos policiales.
En un barrio de Hamburgo la policía detuvo a un turco de 15 años, sospechoso de haber lanzado bombas incendiarias contra una comisaría. Según la versión oficial, en su domicilio se halló propaganda del PKK. En otro barrio de Hamburgo, un grupo atacó una comisaría donde destrozó, un vehículo. Incidentes similares se produjeron en varias ciudades de Baja Sajonia y en Kiel. En Saarbrücken incendiaron otro coche y en Maguncia tres turcos intentaron apedrear un vehículo cargado de policías.
Todo parece indicar que estos incidentes son la respuesta a la muerte del joven kurdo en Hannover. Menos claros están los atentados contra un centro cultural turco en el barrio de Sankt Pauli, en Hamburgo, y contra una mezquita en Hannover. Éstos parecen llevar la firma de la ultraderecha xenófoba alemana, aunque no se excluye que sean el producto de enfrentamientos entre turcos y kurdos.
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