La Junta de Andalucía anuncia que el grupo Index compra Gillette
El grupo industrial Index se hará cargo de la factoría de Gillette, y de la mitad de los 242 trabajadores que la multinacional norteamericana mantiene en su planta de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira, pendiente de ser abandonada por la empresa norteamericana. La inversión de Index ascenderá a 2.000 millones de pesetas, que se destinarán a transformar las actuales instalaciones, en las que se fabrican cuchillas de afeitar, en una factoría de componentes de plástico.
La Consejería de Economía de la Junta de Andalucía anunció ayer un acuerdo con Index, un grupo formado por 14 empresas y de capital exclusivamente español, para la adquisición de la planta de Gillette a través de su sociedad Groca. Otras empresas que lo integran son Medicalia y Vitalii (de seguros médicos) o Green Urban SA (Inmobiliaria pura).Groca es una sociedad inmobiliaria que aparece en el directorio de directivos Dicodi con una administradora única, María Vaqué. Fuentes de la Junta afirman que en representación de la compañía ha llevado las, negociaciones Manuel Candelario, responsable de Groca. Esta sociedad tiene previsto constituir una nueva compañía junto a Saico, empresa de gestión de proyectos industriales. Saico es el grupo al que pertenece Pedro María Pérez Boíllos, el mediador de la Junta para buscar una alternativa al cierre de la planta sevillana, una vez que Gillette ratificó su decisión de abandonar la factoría pese al rechazo del Gobierno andaluz.
La propuesta de la Junta de Andalucía e Index es que la gestión del nuevo proyecto, que absorberá a un mínimo de 80 trabajadores de la actual plantilla y un máximo de 123, esté a cargo del empresario Juan José Guillén Pérez.
Respeto al convenio
La nueva sociedad ha anunciado estar dispuesta a ajustar la situación salarial de la plantilla a establecida por convenio con Gillette. Ha afirmado también que podría comenzar a readaptar la factoría en 30 días para que en enero la planta funcione normalmente.El resto de trabajadores podrían acogerse a los planes de jubilación anticipada o de baja incentivada establecidos por la compañía norteamericana y que preveían indemnizaciones superiores al mínimo legal.
El grupo Index ha justificado la operación como una oportunidad de aprovechar las instalaciones dejadas por Gillette y diversificar las actuaciones del grupo. Gillette había anunciado ayudas para los inversores que contrataran al personal afectado por su marcha y la Junta se había comprometido a aportar hasta 300 millones de pesetas. Éstas serían las principales ventajas para Index puesto que la multinacional norteamericana desmantelará la planta y sólo dejará el edificio.
El acuerdo fue comunicado ayer al comité de empresa. Esta es la única alternativa presentada hasta la fecha, a excepción de los planes de viabilidad elaborados por los trabajadores y rechazados tajantemente por la empresa, que justificó que los problemas de Gillette no son de viabilidad sino de exceso de capacidad productiva.
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