Un millón de desplazamientos desde Madrid

Cuatro médicos sobrevolarán hoy las carreteras españolas. La Dirección General de Tráfico estrena en esta operación especial del 1 de julio los ya famosos radares móviles camuflados y también cuatro helicópteros dotados de médico y ayudante técnico sanitario para socorrer con rapidez a los heridos en accidente. Esta Operación Salida comenzó ayer y durará hasta el domingo 3 de julio. Los cuatro helicópteros se integran en una flotilla de 14 aparatos más, con bases en cinco grandes ciudades españolas, señaladamente Madrid. Los radares camuflados (véase EL PAÍS de ayer) permiten ya verificar la velocidad de un vehículo aun cuando el coche policial se encuentre en marcha. Ya no bastará con levantar el pie del acelerador al ver un coche en el arcén.

La operación especial del 1 de julio de 1994 engloba las medidas dispuestas para que concluyan sin sobresaltos los aproximadamente siete millones de desplazamientos por carretera que rubricarán en toda España el comienzo de la época de vacaciones.Desde Madrid se calcula que se iniciarán al menos un millón de desplazamientos. La particularidad de este año será la coincidencia entre el inicio de las vacaciones y el comienzo de un fin de semana. La operación especial, por esta causa, abarcará desde las tres de la tarde de ayer jueves hasta las doce de la noche del domingo 3 de julio. La Cuesta de las Perdices registró ayer circulación lenta.

La principal novedad consistirá en la entrada en funcionamiento de cuatro helicópteros para atención sanitaria urgente a pie de carretera con un médico y un ayudante técnico sanitario cada uno de ellos. Estos autogiros actuarán a instancias; de las autoridades sanitarias con celeridad plena para limitar los efectos de los accidentes. No obstante, las evacuaciones de heridos se harán, prioritariamente, por carretera. Catorce helicópteros más, con bases en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla, apoyarán las tareas de 7.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

Los nuevos vehículos de control del tráfico provistos de radares móviles transitarán por las arterias más peligrosas. Gloria Vinader, del Real Automóvil Club de España, RACE, criticó ayer estos nuevos controles, por considerar que "pueden afectar a la tranquilidad de la conducción" y negó que los radares pueden contribuir con eficacia a prevenir accidentes, según informó Servimedia.

Para facilitar los desplazamientos, han quedado suspendidas las obras en todas las carreteras españolas desde la una de la tarde de ayer jueves 30 de junio hasta las doce de la noche del domingo 3 de julio. Eso no quiere, decir que desaparezcan sus efectos, pues se mantendrán muchos estrechamientos provocados por tales trabajos.

Los camiones de transporte de mercancías peligrosas no podrán circular entre las doce de la noche de ayer jueves y las doce de la noche del viernes 1 de julio y desde las ocho de la mañana hasta las doce de la mañana del domingo 3 de julio, lo cual implicará que durante la jornada del sábado 2 de julio sí transitará por las carreteras este tipo de transporte.

Una serie de restricciones a la circulación de vehículos pesados de más de 7.500 kilos de peso máximo autorizado afectará a algunos tramos de la carretera de Cataluña y de la provincia de Granada.

Un teléfono gratuito, el (900) 12 35 05, atenderá las llamadas usuarios que deseen obtener formación sobre itinerarios, asistencia sanitaria y mecánica, así como sobre el estado de las carreteras.Fuentes de Tráfico subrayan el descenso en un 19% del número de accidentes mortales respecto a la misma etapa del año anterior, por la mejora de la red de carreteras, el aumento de las medidas de seguridad de los vehículos, por las campañas realistas de prevención de accidentes y por el incremento de la difusión de información entre los automovilistas.

A 27 de junio de 1994, 1.766 personas habían muerto en España en 1.522 accidentes de carretera. En la misma fecha del año anterior, en 1.866 accidentes, el número de muertos se elevó a 2.181, 415 muertes más que este año.Mejor información

El conductor español se encuentra hoy más informado que nunca sobre la red de carreteras y los riesgos que acarrea la conducción peligrosa, pero el cansancio, el apresuramiento y el exceso de autoconfianza desatados en vacaciones siguen siendo los principales factores de riesgo.

En las fases iniciales de las vacaciones estivales, el mayor número de accidentes corresponde a los trayectos posteriores a los desplazamientos largos. Los momentos de mayor riesgo de colisiones corresponden a los que comienzan una vez que el automovilista acaba de llegar a su lugar de destino tras un largo desplazamiento. La atención y la vigilancia desplegadas hasta la culminación del viaje decrecen entonces drásticamente y la usual confianza en rutas interurbanas conocidas se convierte en el principal enemigo de los automovilistas.

El veraneante baja la guardia, se relaja del todo y confía excesivamente en sus conocimientos sobre las pequeñas rutas que a continuación comenzará a transitar; realiza desplazamientos a localidades próximas, normalmente a grandes velocidades (uno de cada cuatro accidentes mortales tiene su origen en los excesos de velocidad), y en ocasiones con alguna copa de más (la mitad de los accidentes con víctimas revela consumo desproporcionado de alcohol en los automovilistas); este exceso de confianza hace que las primeras semanas de vacaciones arrojen los resultados más dramáticos del año en cuanto a accidentes de tráfico se refiere.

El impacto sobre el número de siniestros que el tránsito de viajeros extranjeros causa, sobre todo el de trabajadores magrebíes y portugueses en ruta hacia o desde Europa, comienza a disminuir, lo mismo que su tendencia a no detenerse durante muchas horas. Las inversiones hechas hace años en instalaciones de zonas de descanso, con intérpretes y enlaces para atravesar el Estrecho, entre otros servicios, comienzan a dar resultados, según Tráfico.