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Las elecciones certican el fracaso de la huida hacía adelante de HB

Los viejos resortes emocionales que durante tantos años han movilizado eficazmente a la base social de Herri Batasuna (HB) dejaron de funcionar el pasado día 12. Lejos de reagrupar a su electorado, la estrategia de la máxima tensión y de la identificación completa con ETA, puesta en práctica por KAS en la campaña, en un nuevo episodio de, "la permanente huida hacia adelante", ha resultado esta vez suicida pata sus intereses. La abstención ha sido tan clamorosa que sólo cabe interpretarla como actitud de castigo de una base social aleccionada, precisamente, en la idea de que cada reto electoral constituye un momento trascendental que exige adoptar una respuesta unánime.El fracaso de esa estrategia, acentuada ruidosamente para convertirla en estratagema electoral, es un dato revelador de la maduración dentro de HB de un proceso tendente a la normalidad, del desapego hacia el discurso inmovilista que se recrea en el enfrentamiento sin fin.

Algo capital ha debido quebrarse en HB paraque 43.000 de sus votantes hayan dejado de creer que la trayectoria marcada por KAS describe el camino más corto. Y sin embargo, pese a la previsible moderación formal -"cómo el melocotón, blando por fuera, hueso por dentro con que HB tratará ahora de recuperar a sus bases disidentes de cara a las autonómicas de octubre, no hay elementos suficientes como para suponer un efectivo cambio de rumbo.

La posibilidad de recuperar parte del voto perdido pertenece a la lógica pendular de los bruscos cambios electorales, pero, a la vista de la evolución mostrada por HB en las urnas desde hace siete años -tiene 100.000 votos menos que en 1987-, todo hace pensar en la irreversibilidad de gran parte de esas pérdidas.Debate general

Ciertamente, el retroceso electoral y la pérdida de su único eurodiputado, una pieza clave para poder agitar la causa en los foros europeos, ha abierto un debate general en el conjunto del denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). Hay debate en las bases de HB, donde las gentes de KAS, siempre bien colocadas, tienen dificultades para explicar coherentemente la derrota; debate, por supuesto, en la Mesa Nacional, que ya se ha reunido tres veces, y debate también, y movimientos y contactos al margen de las estructuras oficiales, en círculos manifiestamente disidentes, que evalúan teóricamente la posibilidad de una alternativa.

La disciplina de HB y el papel preponderante de KAS impiden aparentemente articular una corriente organizada, de la misma manera que la hipótesis de la fundación de nuevo partido de la izquierda abertzale, liberado de la tutela de las pistolas -hipótesis barajada por Xabier Arzalluz-, tropieza inevitablemente con ese discurso macerado tantos anos según el cual la disidencia hace el juego al enemigo.

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Lo que parece indudable es que el "movimiento para el diálogo y el acuerdo" Elkarri, surgido de HB, es hoy la referencia primordial para cualquier movimiento crítico, y especialmente el que crece entre el colectivo depresos. Aunque de manera casi siempre implícita, Elkarri resu" me buena parte de esa disidencia, en la medida en que ha venido a verter en . un discurso colectivo planteamientos que sólo existían en HB a título individual.

Sólo ETA puede, reconducir al doctrinario bloque KAS, pero es que ETA, una parte al menos de la ETA fáctica que mata, y KAS parecen vivir, desde hace años, en permanente simbiosis. Queda por saber cómo digiere la' organización terrorista los resultados electorales, qué consecuencias desencadena entre el colectivo de presos y sus familiares, por qué José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoffi, en un tiempo cabeza visible de la discrepancia interna en ETA, ha roto toda clase de contactos y guarda silencio.

La perspectiva de las elecciones autonómicas dificulta notablemente la cristalización de estos movimientos internos a la espera de lo que pase en ese segundo asalto y los dirigentes de HB no pertenecientes a KAS se encuentran no sólo en minoría, sino también atados por el compromiso de "no dejar jamás a ÉTA en la estacada". KAS, trata de ganar tiempo, llama a cerrar filas, está dispuesta a desplegar un discurso formalmente menos agresivo en la

próxima campaña, pero, en todo caso, quieren que ese discurso sea controlado por ellos para garantizarse su preponderancia. Dentro de la Mesa Nacional, están asumiendo las críticas que se les vierten implícitamente, sin alusiones a las siglas, como corresponde a una formación en la que oficialmente sólo existQ "la línea 1413% y hablan de errores en aspectos formales. Todo, menos plantearse descamadamente que la persistencia del terrorismo es cada vez menos asimilable por la sociedad vasca y por su propio entorno electoral. En la Mesa Nacional de HB, ETA sigue siendo un tótem incuestionable.

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