Dos equipos indomables al borde del precipicio

La supervivencia de Rusia en el torneo depende de una goleada sobre Camerún. Luego, los rusos deberán rezar. La victoria le daría el tercer puesto en el grupo, pero los tres puntos no ofrecen ninguna garantía de estar entre los cuatro mejores terceros que pasarán a los octavos de final. Su eliminación supondría otro sonado fracaso de una selección que sigue sin resolver la ecuación entre talento individual y eficacia como conjunto.Las tensiones latentes hanllegado a la superficie en la concentración rusa. Pavel Sadyrin, muy criticado a raíz de los cambios realizados en las dos alineaciones presentadas ante Brasil y Suecia, ha impuesto la ley de un silencio siberiano ante el acoso de los medios de comunicación, muy moderados en comparación con la presión informativa soportada por otras selecciones. Yuran, muy molesto por haber sido excluido de la delantera ante Suecia, podría volver si resuelve sus diferencias con Sadyrin.

La selección camerunesa, a pesar de contar en su plantilla con ocho supervivientes de la alineación que en 1990 se enfrentó a la URSS en Italia, no puede permitirse el pasotismo que desplegó entonces sabiéndose clasificados para los octavos de final. Con un solitario punto, necesitará la victoria para mantener sus esperanzas de emular a los leones indomables de antaño.A falta de confirmar su apodo animal, Camerún sigue demostrando que es indomable. Su guardameta titular en los dos partidos anteriores, Joseph Bell, ha anunciado, sorprendentemente, su retirada. Ni siquiera jugará lo que resta de Mundial. "Cuando he comunicado la noticia, el seleccionador y mis compañeros se han quedado mudos. Ahora, Camerún tiene 21 jugadores y un seguidor" afirmó el portero. N'Kono, que lleva un año en paro, sólo entrenándose con el Hospitalet, será su relevo.