Dos equipos al borde de la despedida
Bulgaria y Grecia deben hacer frente al mismo reto. Rehacerse anímicamente después de una derrota humillante. El perdedor en Chicago ya podrá reservar los pasajes para volver a Europa.Los búlgaros confían en una victoria sobre una selección griega que ante Argentina dio la sensación de ser el conjunto más flojo del torneo. Pero su técnico, Dimitar Penev, ha sido muy poco comunicativo en los preámbulos de un partido que reúne elementos de rivalidades y urgencias históricas.
"Ante Nigeria, sólo jugamos una media hora", admite el barcelonista Hristo Stoichkov. "Después se notó que ellos estaban mucho más acostumbrados a las condiciones, que nosotros. Mucha fuerza tienen ésos. Pero si no ganamos a los griegos no merecemos pasar la primera ronda. Para ganarles tenemos que hacer durante noventa minutos lo que hicimos durante la primera media hora contra Nigeria".
El reto para Penev es dar con un mayor equilibrio en el centro del campo, entre el apoyo al ataque y la protección ofrecida a su defensa.
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