Mariano Rubio reconoce ante el juez que tenía una cuenta secreta en el despacho de De la Concha
El juez de instrucción número 6 de Madrid, José Emilio Coronado, interrogó ayer al ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio y al ex síndico de la Bolsa de Madrid Manuel de la Concha. A la salida del juzgado, Rubio manifestó: "He reconocido que la cuenta que está a mi nombre ha obtenido unos resultados que son los mismos que figuran en las cuentas que ustedes conocen", en referencia implícita a la conocida RU-43107MM, opaca para Hacienda. El ex gobernador, que se negó a contestar a los acusadores particulares, insistió en que su caso es una "operación política" y aseguró que ha autorizado a las autoridades españolas a investigar en Suiza para que quede claro, como él sostiene, que no tiene cuentas en aquel país.
Rubio llegó solo y a pie a la sede de los juzgados de la plaza de Castilla y entró al edificio por la puerta del juzgado de guardia. De la Concha llegó en un furgón celular procedente de la cárcel de Alcalá-Meco.Rubio contestó a las preguntas del juez y del fiscal especial, Luis Jornada de Pozas, pero se negó a responder a los dos letrados de la acusación, Emilio Rodríguez Menéndez y Marcos García Montes.
Las preguntas giraron en torno a la cuenta de valores que Rubio tenía en el despacho de De la Concha y a través de la cual realizaba operaciones de compra y venta de valores bursátiles. Tras su nombramiento como gobernador del Banco de España, en 1984, Rubio abrió una segunda cuenta bajo la clave RU-43107-MM en el mismo despacho.
La compraventa de valores de Rubio se realizó por De la Concha a nombre de la sociedad Nalvisa, una empresa de la familia del agente de bolsa que había sido disuelta en 1979.
Los rendimientos de las operaciones bursátiles realizados a través de esa cuenta -que permaneció abierta hasta el 4 de noviembre de 1988- fueron ocultados a Hacienda. Según la acusación del fiscal, Rubio ocultó a Hacienda 6,1 millones correspondientes a 1988, incurriendo así en un presunto delito fiscal. Igualmente, sería cooperador necesario en un presunto delito continuado de falsedad en documento cometido por De la Concha al asentar y dar fe de esas operaciones.
Mariano Rubio, a la salida del juzgado, manifestó: "Yo creo que ha quedado clarísimamente de manifiesto que el cálculo hecho por el fiscal es absolutamente erróneo, no responde a nada, es una mezcla de partidas que no tienen nada que ver unas con otras, y a lo más que podría llegarse es a una infracción fiscal en el año 1988 del orden de un millón de pesetas".
"Les recuerdo que el delito fiscal está en cinco millones, que la Fiscalía ha recomendado que no se actúe por debajo de los 15 millones", añadió Rubio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.