Por el pelo le conoceréis

Rose Bowl, Pasadena, California. En una hora va a comenzar el encuentro entre Rumania y Colombia. Los alrededores de este grandioso estadio están abarrotados de público, en su mayoría colombianos o simpatizantes del equipo dirigido por Pacho Maturana, futuro entrenador del Atlético de Madrid. En una de las tiendas chiringuito montadas para la ocasión sólo se vende un artículo: una peluca rubia de pelo a lo afro, imitación de la cabellera más famosa de todo el Mundial, la del mejor jugador suramericano de 1993, Carlos Valderama. El éxito del negocio es evidente a la vista de la cantidad de gente que compra el producto por el módico precio de 9,99 dólares, unas 1.400 pesetas, la mitad de lo que cuestan en Colombia. El espectáculo es cuasi circense. Parece como si hubiese aterrizado una enorme compañía de payasos, a los que sólo les falta la nariz roja.Y es que Valderama, además de ser uno de los mejores jugadores del mundo y auténtico ídolo de su afición ("la lleva el que sabe", narraban los comentaristas de Univisión, cadena hispana, cada vez que cogía el balón), ha ganado en pocos días el honorífico título de la cabellera más llamativa de todo el campeonato.

La revista Newsweek ha nombrado a Valderrama como el jugador más telegénico de la copa mundial. "Donde nací, en la costa caribeña de Colombia, mi aspecto es bastante común. La gente se deja crecer el pelo, y el sol tropical le da ese color. A pesar de lo que algunos dicen, es totalmente natural".

Lo que para unos no deja de ser una anécdota, para algunos tiene un mayor significado. Una publicación futbolística inglesa ha realizado una interpretación psicológica del aspecto de Valderrama. "Su pelo es una metáfora sobre su fútbol. Denso, voluminoso y totalmente anticonvencional". Antonio Correa, encargado de las relaciones con la prensa del equipo colombiano, tampoco se queda atrás. "Expresa el tipo de persona que es Valderrama. Introvertido, tranquilo y metódico, pero también capaz de hacer cosas increíblemente bellas en un campo de fútbol".

Animado por las consecuencias que al parecer tiene el peinado, observo las fotos de los jugadores españoles. Lamentablemente, no tenemos nada que hacer. Ahora bien, si Clemente se rapa al cero, Bakero se riza la melena y Caminero se pone una coleta, quién sabe hasta dónde podríamos llegar.