Europa y EE UU rivalizan por América Latina
ENVIADO ESPECIALNo son tan llamativos, ni los países latinoamericanos se empujan por colocarse en buen lugar para participar en los mismos, pero la Unión Europea (UE) baraja también proyectos similares a los que Estados Unidos ofrece para estrechar lazos con una América Latina que vuelve a ponerse de moda.
La IV Cumbre Iberoamericana, que hoy prepararán en esta ciudad colonial al borde del Caribe los ministros de Exteriores de los 21 países miembros y a la que mañana y pasado asistirán sus jefes de Estado y de Gobierno, dará pie a la diplomacia española para sondear qué puede hacer durante su presidencia de la UE, en el segundo semestre de 1995, para, ahondar la relación entre el Viejo y el Nuevo Continente. La cumbre tendrá además un marcado carácter económico, como ilustra el título de su documento final: Comercio e integración como factores del desarrollo iberoamericano.
La Cumbre del Hemisferio, convocada por Washington para diciembre en Miami, servirá a la Administración de Clinton para dar a conocer a todos los Estados americanos, con excepción de Cuba, su enfoque de la relación que desea desarrollar con todos ellos.
Su eje principal será la ampliación a nuevos miembros del Tratado de Libre Comercio (TLC), que entró en vigor en enero entre EE UU, Canadá y México.
Los altos funcionarios españoles repiten hasta la saciedad que la reunión de Miami no ensombrece la de Cartagena. "Son iniciativas diferentes", aseguran. El proyecto norteamericano ha agudizado la reflexión en la UE sobre qué hacer con Latinoamérica. El encargado de ese continente en la Comisión Europea es, al menos hasta enero, el español Manuel Marín. Francia lanza ideas con relación a México que van desde un acuerdo de libre comercio industrial hasta una declaración trasatlántica.
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