"En Madrid las razas todavía impactan, no hay integración

Primero fue cantar y ahora es coser. Entretanto, hubo bares, películas, fiestas, televisión y teatro. Rosa Elena García, mallorquina de 30 años, pespuntea los modelos que ella misma ha diseñado para un montaje efímero en un escenario eterno. Rossy de Palma, como la rebautizó. su amigo Manuel Piñal y lá actriz y directora de escena Pilar Ruiz serán prostitutas griegas por dos días en el Festival de Teatro de Mérida el próximo mes de julio. Rossy de Palma dejó las islas Baleares hace siete años, y, a juzgar por lo mucho que le ha cundido el tiempo, su llegada a Madrid a bordo de un conjunto moderno y pop, Peor Imposible, fue todo un desembarco. Apresurada y sin complejos, enemiga del tedio y la tribulación, es, sobre todo, una devota ferviente del optimismo.

Pregunta. Al fin. ¿Mejor imposible?

Respuesta. Eso nunca, pero no me puedo quejar. Busco siempre el lado bueno de las cosas, no me aburro jamás y quisiera tener tres vidas más para seguir disfrutando.

P. Música, cine con pedro Almódovar, televisión, teatro, pasarelas y, ahora, diseño de vestuario.

R. Siempre me ha gustado mucho hacerme la ropa y coser para mis amigas, pero en plan profesional es la primera vez. Me estoy concediendo un caprichito. Al ser tan sólo dos personajes no hay peligro de que me desborde.

P. ¿Cómo se ve junto a una top model?

R. Yo no me comparo, las veo y pienso: mira, esas chiquitas, ¡hay que ver qué bien trabajan! Conozco a algunas guapísimas que se ponen de los nervios, pero jamás compito con ellas. Porque no tengo nada que hacer, dirán algunos. Pues, seguramente.

P. Usted posa con soltura, ¿qué es la fotogenia?

R. Hay que estudiar muy bien él rostro, y no es sólo cuestión de mirarse al espejo. Si piensas demasiado en que te están haciendo fotos, nunca sabes qué cara poner.

P. Ha escapado usted del centro de Madrid.

R. Madrid me gusta mucho, me sentí bien incluso cuando no tenía ni casa ni dinero, pero honestamente diré que ya no soportaba tanto caos. Aunque sólo podría vivir aquí o en París. Madrid me encanta por su toque africano.

P. ¿Habla de la inmigración o de lo. poco europeos que somos?

R. Exactamente lo segundo. Aquí las razas todavía impactan, no hay ningún tipo de integración. En Madrid te piensas dos veces hasta el hecho de llevar sombrero.

P. ¿Se siente observada por su físico?

R. Sí. Pero, pobre Madrid, no es culpa suya. Me ha pasado en todas partes.

P. Siempre ha dicho que le obsesiona la cultura.

R. Sí, y me falta tiempo. Yo soy muy ecléctica, digamos que tengo muchos conocimientos por ahí, así como volando, pero pocos en mano.

P. Viajando se aprende muchísimo.

R. Sí, a ser más tolerante, a respetar los gustos y las costumbres de los demás, aumentas tu capacidad de adaptación, y eso es muy importante. Pero yo me refiero a todo lo que debería haber estudiado y no pude, porque a los 15 años ya estaba trabajando.

P. ¿Es una actriz difícil de dirigir?

R. Con un buen director, en absoluto. No creo tener esa fama, exceptuando la experiencia televisiva del programa Estrés. El teatro también es duro. En el cine puedo prostituirme por pura cuestión alimenticia, para no estar sin hacer nada, pero hacer a disgusto una función diaria, ¡qué depresión!