"Siempre hay que matar a alguien"

Juega al rol desde que tenía 10 años. En noviembre cumplirá 18. Se acerca a la caseta 53 de la Feria del Libro, especializada en juegos de rol. Miguel Maroto estudia 30 de BUP. Es alto, bien parecido. Lee ficción cuatro horas diarias. Lleva estampado un dragón en su sortija. Se considera un experto.Pregunta. ¿Por qué juegas?

Respuesta. Lo que más me gusta es que a través del rol puedes ser algo: mago, guerrero, no sé... Te sientes. muy bien al cambiar de identidad. Como te metes en situaciones muy diferentes, con montañas, dragones, a veces quieres continuar, continuar... Realza mucho tu imaginación y los más pequeños maduran muy rápido. Cuando lo has probado y te gusta, resulta muy difícil dejarlo".

P. ¿Es un juego violento?

R. Sí. Básicamente, para terminar alguna aventura, siempre hay que matar a alguien; quizá un monstruo. Pero no tiene más violencia que un libro de fantasía.

P. ¿Varía mucho el juego en mesa y en vivo?

R. En el vivo no se usan fichas. Empleas juguetes, como pistolas o cuchillos de plástico. Te dan una fotocopia del DNI de tu víctima y debes eliminarle. A ti te persigue alguien que tiene la fotocopia de tu DNI. Nadie sabe quién le persigue. Debes esconderte. Tiene mucha emoción: es en vivo. Hay intriga.

P. ¿Cómo es el rol en vivo?

R. Yo creo que los que han cometido el crimen jugaban una variante del que se llama Killer (asesino). Conozco ese juego. Yo lo he jugado; en broma, claro. Te dan información de una persona que es la víctima. Cuando yo jugué, me mataron. No conseguí matar a mi víctima con una pistola de juguete. El crimen hay que ejecutarlo casi a solas.

P. ¿Cuáles son los límites?

R. La gente puede sentirse inclinada a pensar que no hay límites. Puedes llegar a meterte tanto en el mundo de la fantasía que puedes llegar adonde no quieres... ni debes.

P. ¿Seguirás jugando?

R. Yo he tenido muchos problemas por este juego. Me absorbió tanto que llegué a abandonar los estudios. He repetido curso por esta razón.