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Terrorismo, corrupción, narcotráfico y ataque a la libertad sexual, prioridades de Granados

Carlos Granados Pérez juró ayer ante el Rey su cargo de fiscal general del Estado y tomó posesión en el salón de plenos del Tribunal Supremo. Más tarde, en, su primera conferencia de prensa, consideró prioritarias, por este orden, la lucha contra el terrorismo, la corrupción, el narcotráfico y los ataques a la libertad sexual. Preguntado por la larga duración del caso Filesa (sobre supuesta financiación irregular del PSOE), Granados declaró: "Una de mis primeras preocupaciones será que se agilice ese caso. No es normal que dure más de tres años".

Granados juró su cargo ante el Rey y la Reina; el presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, actuó como notario mayor del Reino. Ante un crucifijo y sendos ejemplares de la Biblia y la Constitución, Granados juró -es optativo jurar o prometer- "cumplir fielmente las obligaciones del cargo de fiscal general del Estado, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado". Granados vestía traje y corbata gris.El acto de toma de posesión llenó el salón de plenos del Tribunal Supremo. Una vez leído el real decreto de nombramiento, el teniente fiscal del Supremo, Francisco Hernández Gil, que apadrinó al nuevo fiscal general, salió del recinto y regresó con Granados, a quien impuso las insignias representativas de su cargo. Al acto, presidido por Sala y en presencia de numerosos magistrados y fiscales, asistieron Belloch y altos cargos de su departamento.

Asistió Eligio Hernández

También estuvieron presentes el presidente del Tribunal Constitucional, Miguel Rodríguez-Piñero; el de la Audiencia Nacional, Clemente Auger, y el del Consejo de Estado, Fernando Ledesma. Asistieron asimismo, el relevado Eligio Hernández -que se negó a hacer declaraciones- y dos de los anteriores fiscales generales de la etapa socialista: Luis Antonio Burón y Javier Moscoso.

En la conferencia de prensa, Granados no quiso evaluar la gestión del anterior fiscal general y adelantó que su principal prioridad será la lucha contra el terrorismo. "La salvaje delincuencia terrorista, los asesinos que matan a gente inocente, deben estar en primer lugar en la mente del Ministerio Fiscal, promoviendo la acción de la justicia", dijo Granados, y añadió: "Lo va a hacer. con toda energía y con todo el rigor que esté a su alcance". No se pronunció sobre el cumplimiento íntegro de las penas, materia sobre la que señaló: "Mi punto de vista es respetar lo que el legislador acuerde". Igual respuesta ofreció sobre el aumento de las competencias de los fiscales en la instrucción penal.

La segunda prioridad de Granados es la lucha contra la corrupción. Dejó sentado que las instituciones funcionan" y respecto a los casos de corrupción existentes anunció que "indudablemente el Ministerio Fiscal también va a manifestarse con toda energía". En cuanto a la discutida utilidad de la Fiscalía Anticorrupción -la ley que la crea se encuentra en el Parlamento-, Granados estimó que "todo lo que sea poner más medios materiales y personales a disposición del Ministerio Fiscal me parece", dijo, "positivo". Otras prioridades del fiscal general son la lucha contra el narcotráfico y los delitos contra la libertad sexual, ambos de gran gravedad y repercusión social.

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Preguntado sobre el informe en tomo al indulto a los policías José Amedo y Míchel Domínguez -condenados por su vinculación a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL)-, Granados contestó: "Es uno de los temas que va a ser abordado lo más pronto posible". No reveló su posición sobre el informe.

Dilaciones excesivas

Más explícito fue el nuevo fiscal del Estado en torno al caso Filesa. Anunció que dará instrucciones al fiscal del caso para que lo agilice. Explicó que este asunto, que instruye el magistrado Marino Barbero, es un procedimiento abreviado, por lo que "no es normal", aseguró, "que dure ya tres años". Estimó que "es necesario que esta etapa termine, como deba de terminar, pero que termine ya, porque una justicia tardía no es justicia y las dilaciones que puedan ser excesivas no son acordes con lo que es un Estado de derecho".

Respecto a la falta de un plazo prefijado para su mandato, Granados puntualizó: "Yo abordo esta etapa con ilusión, pero sin ninguna idea de permanencia. Lo que quiero es cumplir la importante labor de fiscal general del Estado, pero una vez que termine mi etapa volveré honroso a mi destino en la Sala Segunda del Tribunal Supremo".

Más relevos en la fiscalía

Carlos Granados no descartó ayer una renovación en la secretaría técnica de la Fiscalía General, equipo de apoyo del fiscal general, y lo justificó porque "es una etapa nueva y con ella surgen también equipos nuevos". Granados no dio nombres, pero este periódico ha podido saber que los fiscales propuestos serán los siguientes: Juan Ignacio Campos, Antonio del Moral y Jaime Moreno (los tres fiscales de Madrid y el primero de ellos en el cargo de teniente fiscal), Antonio Verger (destinado en Valencia) y Soledad Cazorla (actualmente en la inspección fiscal). Al frente de la secretaría técnica seguirá José Aparicio Calvo Rubio, como el resto de la cúpula de fiscales-jefes.Si se confirma el nombramiento de tales cinco fiscales -seguirán sin cubrirse las otras dos vacantes en la secretaría técnica-, quedarán relevados Pedro Martínez (el más veterano), Manuel Marchena (reclutado de Canarias por Eligio Hernández), Javier Balaguer, Joaquín González y Javier Sánchez Junco. Fuentes próximas a estos fiscales expresaron ayer su disgusto por ser relevados sin una previa entrevista con Granados.

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